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Nombre: Lola Bravo Ballester y
Laura López Flores Curso: 1º Bachillerato
2. Justificación de proyecto…………………………….…….……. Página 4 3. Objetivos………………………………………………………… Página 4 4. Metodología…………………………………….……………… Página 5 5. ¿Qué es el bostezo?. Página 5/13 Características Enfermedades relacionadas Teorías del bostezo 7. Neurona espejo…………………………………….…….… Página 15/16 8. Curiosidades………………………………………….………… Página 16 9. Bibliografía……………………………………………………. Página 17 10. Anexo 1………………………………………………….… Página 18/20 11. Anexo 2…………………………………………….….…… Página 21/25 1. Introducción Bostezar se puede considerar como una falta de educación, ya que suele ser una señal de fastidio o aburrimiento, aunque para otros simplemente signifique cansancio. El cansancio físico se puede originar por un trabajo exagerado, muchas horas tras el ordenador, falta de oxigenación o buena dieta y nutrientes para el cerebro, anemia, etc. Por eso dormimos en la noche, para que el cuerpo se repare y reordene sus sistemas y Pero si estudiamos con más profundidad el bostezo, se puede encontrar una interpretación más interesante. El bostezo se puede denominar la introducción al sueño. Podemos apreciar que cuando el cuerpo necesita descanso o la mente necesita relajación, es entonces cuando bostezamos y algo dentro nos avisa que necesitamos dormir o descansar. Sin embargo, el sueño no sólo es un momento para repararnos y descansar el cuerpo o la mente, sino que también puede ser una forma de refugio o desconexión con la realidad. Cuando queremos no saber mucho del mundo porque hay problemas o situaciones que no nos gustan o no sabemos cómo resolver entonces puede ser que sintamos ganas de dormir, sueño, y entonces aunque hayamos descansado muy bien la noche anterior, sentimos sueño y bostezamos. Por eso muchas personas que tienden a estar depresivas o desanimadas suelen bostezar o dormir mucho. Es una forma de desentenderse de lo que les puede agobiar o estresar. Otra causa por la cual bostezamos es cuando nos sentimos intimidados con alguien y no sabemos qué hacer para complacerle, es decir, que queremos quedar muy bien y al no saber qué hacer para agradarlos, nos estresamos y queremos evadirnos mediante el sueño, así que, aunque la estemos pasando bien con alguien o queramos estar ahí, podemos bostezar, lo cual no indicaría aburrimiento sino una preocupación exagerada de quedar bien con esa persona. Otra de las cosas que pueden provocar bostezo es cuando no comprendemos algo en la escuela o en el trabajo. Cuando una persona estudia física, por ejemplo, y no comprende bien las fórmulas o símbolos con los cuales no está familiarizado ni conoce su significado, puede empezar a dificultar la comprensión que le causaran aburrimiento o somnolencia, bostezos, porque no está entendiendo el texto o lo que se estudia.








2. Justificación de proyecto La principal causa que ha llevado a la elaboración de este trabajo es responder a las habitualmente sobre bostezar y lo que conlleva. Normalmente, la comunidad asocia esta acción con el aburrimiento, el cansancio o la falta de horas de sueño, y no somos conscientes de lo que esto puede llegar a ser. Bastantes investigaciones concluyen que el bostezo puede ser síntoma de enfermedades graves como: tumores en el cerebro, Parkinson, arteriosclerosis, fallas en los riñones, problemas pulmonares, asma, y ciertas clases de El tema de este trabajo se ha escogido ya que causa interés y curiosidad. Con este trabajo se intentará comenzar explicando su motivo, el por qué y qué lo produce. Comprender su verdadera función y lo que provoca en el cuerpo humano. Y lo que más llama la atención, qué estimula el contagio de éste. En conclusión, aclarar cuestiones desconocidas para la mayor parte de la sociedad. - Averiguar si el bostezo de produce en las mismas circunstancias y con las mismas causa en personas que presentan alguna discapacidad como en aquellas que no la - Explicar la relación bostezo-aburrimiento. - Profundizar, en términos médicos, si las personas con alguna parálisis en la cara pueden bostezar. - Investigar diferentes objetos que produzcan el bostezo. - Dar a conocer la relación que tiene el bostezo con graves enfermedades conocidas La información de este trabajo se basa principalmente en la búsqueda por internet sobre los datos que se añadirán a continuación. Se estudiará de cerca las diversas reacciones con individuos de diferentes edades. Para ello, se hará un estudio mostrando a los sujetos animales de distintos orígenes; salvajes, domésticos, reptiles e insectos. La población se compone de once personas de edad comprendida entre los dos hasta los setenta años. Compararemos en gráficas sus estímulos frente a los distintos tipos de animales, donde se averiguará cuál interesa más. Según nuestros estudios realizados, hemos podido añadir diferentes teorías que han llevado a médicos y científicos a pasar investigando el funcionamiento del bostezo durante casi toda su vida. Finalmente se añadirán como anexos, una entrevista hacia el neurobiólogo, Giacomo Rizzolatti y un estudio que relaciona la enfermedad del Parkinson con un frecuente 5. ¿Qué es el bostezo? Es la acción incontrolada de abrir la boca, con separación muy amplia de las mandíbulas, para realizar una inspiración profunda a la que sigue una espiración de algo menos de lo inhalado, con cierre final. Cuando se bosteza se estiran los músculos faciales, se inclina la cabeza hacia atrás, se cierran o entornan los ojos, se lagrimea, se saliva, se abren las trompas de Eustaquio del oído medio y se realizan muchas otras acciones cardiovasculares, neuromusculares y Características 1. Todos los bostezos son prácticamente iguales (generalmente), pero su forma y duración puede variar. 2. Es una acción que una vez comenzada debe continuar inevitablemente, como un estornudo. No es una respuesta corta, rápida y proporcional a un estímulo. 3. Según investigaciones, la duración media aproximada es de cuarenta y dos segundos, pero puede variar alrededor de tres segundos y medio. 4. No hay relación entre la frecuencia y la duración de los bostezos. Significados del bostezo Dependiendo de las circunstancias, el bostezo tiene varios significados: 1. Puede ser un indicador de cansancio, estrés, exceso de trabajo o aburrimiento. 2. Una acción que indica descompresión psicológica tras un estado de alerta elevado. 3. Un medio de expresión de emociones fuertes como el enojo, el aburrimiento y el 4. Un bostezo puede expresar fuertes mensajes asociales por lo que en algunas se intenta disimular colocando una mano sobre la boca. Enfermedades relacionadas El bostezo es un reflejo común que se relaciona con el sueño, el aburrimiento y el hambre, pero también se asocia a enfermedades neurológicas y el abuso de drogas. La investigación aún es reciente pero en algunos casos se ha comprobado empíricamente la relación del bostezo con diversas patologías. A continuación se expone un resumen de algunas de ellas y seguidamente procederemos a profundizar en dos casos concretos. Se ha observado en algunos cuadros clínicos correspondientes a tumores cerebrales, hemorragias, corea de Huntington, encefalitis y la enfermedad de Parkinson (Barbizet J, Yawning J. Neurol.,Neurosurg, Physichiar 1958). También se ha considerado como un mecanismo adaptativo en respuesta al estrés (Salomon Muchnik, 2003). Y se está investigando su relación con la epilepsia del lóbulo temporal (S. Muchnik, S. Finkielman, G. Semeniuk, M. I. De Aguirre, 2003). Nos vamos a centrar en los casos de enfermedad de Parkinson y de epilepsia en el lóbulo temporal1 para profundizar en la relación del bostezo con diferentes patologías y reflexionar sobre el amplio campo de acción que se atisba. La epilepsia del lóbulo temporal se caracteriza por crisis parciales simples, parciales complejas y generalizadas. No se conocen aún los mecanismos implicados en estas crisis. En el estudio realizado por la universidad de Buenos Aires en 2003 se tomaron dos pacientes que presentaban crisis parciales simples junto con episodios de bostezos incontrolados. Su investigación correlacionó estos dos sucesos como prueba a favor de su hipótesis, estos investigadores afirman que los bostezos son una expresión de la actuación de los mecanismos implicados en las crisis de la epilepsia del lóbulo En cuanto a la enfermedad de Parkinson nos basaremos en el estudio realizado por Dr. Manuel Iván Cobas Rodríguez y Cols, en el que se tomaron 30 pacientes sanos y 30 que padecían la enfermedad de Parkinson, se inducían bostezos con un video de 30 minutos y se contabilizaban. Los resultados mostraron que en pacientes sanos el número de 1 El lóbulo temporal es una parte del cerebro, localizada frente al lóbulo occipital, aproximadamente detrás de cada sien, que desempeña un papel importante en tareas visuales complejas, como el reconocimiento de caras. Es el "centro primario del olfato" del cerebro. También recibe y procesa información de los oídos, contribuye al balance y el equilibrio, y regula emociones y motivaciones como la ansiedad, el placer y la ira. bostezos era superior notablemente que en pacientes con la enfermedad. En una variación se contabilizaron los bostezos en pacientes con Parkinson que tomaban medicación y pacientes privados de ella, los pacientes con medicación presentaban más cantidad de bostezos que aquellos privados de medicación. En este estudio pretende demostrar la utilidad del bostezo como signo en la evaluación del paciente con Parkinson y demuestra, al menos, que existe relación. A partir de estos estudios podemos comprobar la relación entre enfermedades y bostezo y el amplio campo de investigación que aún queda en éste área. Podríamos concluir con la idea de que el bostezo puede ser indicador de múltiples reacciones internas y que por tanto ampliar el conocimiento sobre él puede ser muy enriquecedor. Teorías del bostezo Una amplia variedad de hipótesis se manejan para contestar a la pregunta de por qué bostezamos. Sin embargo, ninguna por sí misma aporta una respuesta completa y rotunda. Pasarán años hasta que sepamos con seguridad a qué se debe exactamente. Estas teorías son las más defendidas actualmente: El oxígeno necesario y la hipercapnia no provocan Esta hipótesis predice que el bostezo se activa cuando la sangre o la oxigenación del cerebro es insuficiente, es decir, cuando el oxígeno (O2) que bajan los niveles y la concentración de CO2 aumenta. Sin embargo, desde la observación, se confirma que no se bosteza con más frecuencia cuando realizan ejercicio y necesitan más oxígeno que cuando están en reposo .De acuerdo con esta noción, los experimentos de Provine et al. (1987b) demostraron que los sujetos sanos que están expuestos al ejercicio físico, no bostezan con mayor frecuencia. Por otra parte, el efecto de bajas concentraciones de oxígeno para respirar en la tasa de bostezar no ha sido evaluada debido a las preocupaciones de seguridad. Sin embargo, el estudio claramente encontró efectos significativos de los gases en sangre y el ejercicio sobre las tasas de respiración, lo que demuestra que la respiración y el bostezo no son el principal mecanismo fisiológico que se utiliza para la regulación de la oxigenación de la sangre. La tasa de respiración y el ritmo bostezo son independientes. Bostezar no aumenta probablemente la oxigenación No hay, hasta donde sabemos, ningún estudio que mide el cambio en la oxigenación de la sangre inducida por el bostezo. De hecho, los sujetos en el estudio de Provine et al. (1987b) utilizados aumentó las tasas de respiración en vez de aumentar las tasas de bostezo para compensar el ejercicio. Otro mecanismo por el cual teóricamente el bostezo podría aumentar la oxigenación de los tejidos es mediante el aumento de la circulación sanguínea. De hecho, se ha encontrado que el bostezo puede estar asociado con una activación del sistema nervioso autónomo que, por medio de un aumento frecuencia cardíaca y la vasodilatación, podría dar lugar a un aumento de oxígeno en la circulación. Sin embargo, el acto de bostezar no induce cambios más autonomistas que los que ya se producen cientos de veces durante el día debido a la respiración simple o en movimiento. Por lo tanto, desde una perspectiva evolutiva, el bostezo no proporciona una ventaja con respecto a la actividad autónoma, y por lo tanto no tiene sentido atribuir una función circulatoria a bostezar. Como conclusión decir que las predicciones de la hipótesis de las vías respiratorias no son compatibles con los actuales datos experimentales. Se necesita investigación adicional para probar los efectos sobre la tasa de bostezos en condiciones más controladas. Los estudios que investigan los efectos de los bostezos, relacionados con la circulación y la oxigenación del cerebro son también inexistentes. Dada la evidencia actual, parece poco probable que el bostezo tenga funciones respiratorias o circulatorias. Hipótesis de la excitación La idea de que el bostezo puede desempeñar un papel importante en la regulación de los procesos fisiológicos del cerebro se ha mantenido en la literatura también después de la aparición de las pruebas en contra de la hipótesis de las vías respiratorias. Una propuesta ampliamente expresada ahora especuló que el bostezo puede ser responsable de la regulación homeostática de la vigilancia y el nivel de excitación del cerebro La hipótesis de la somnolencia En lugar de atribuir un efecto despertar a bostezar, algunos autores han sugerido que podría reducir el nivel de excitación. Los estudios que evalúan el nivel de excitación después de bostezar, han encontrado signos de disminución de la vigilia, que sería compatible con esta idea. Sin embargo, las observaciones podrían simplemente representar la somnolencia y los bostezos subyacentes que continúa progresando también después de bostezar. Por lo tanto, no existe un vínculo causal establecido entre bostezos y somnolencia posterior. Somnolencia induce bostezo El bostezo se produce preferentemente durante los períodos de somnolencia, como está previsto por la hipótesis de la excitación. Los estudios de comportamiento muestran consistentemente que los bostezos ocurren con mayor frecuencia antes y después de dormir, es decir, durante los períodos con menores niveles de alerta. Como conclusión, los datos experimentales sugieren que el bostezo de hecho se produce durante la somnolencia progresiva, que es compatible con la noción de que es desencadenada por los estados de vigilancia bajo. Sin embargo, no existe ningún efecto específico que suscite bostezos en el cerebro ni tampoco puede ser observado en el sistema nervioso autónomo. La evidencia experimental sugiere por lo tanto un rechazo de la hipótesis de la excitación. La ausencia de un efecto excitante de bostezos, obviamente, no excluye que pudiera haber alguna otra forma de activar la función en el metabolismo del cerebro o de la neurofarmacología, pero estos efectos no debe ser nombrado excitación. La hipótesis de la termorregulación Recientemente, otra función fisiológica de bostezar que se ha propuesto es la de la regulación de la temperatura cerebral. Se postula que el bostezo puede enfriar el cerebro cuando su temperatura aumenta. ¿La hipertermia del cerebro acciona el bostezo? Bostezo tiene un efecto contagioso conocido. En un experimento reciente, la frecuencia de estos bostezos contagiosos podía ser manipulada cuando los sujetos llevaron a cabo paquetes de temperatura en la frente o cuando se respira rápidamente. Por ejemplo, una compresa fría en la frente se asoció con una disminución de contagio del bostezo mientras que una compresa tibia aumentó la aparición del bostezo contagioso. Esto se interpretó como evidencia de un papel de la temperatura del cerebro en la generación de bostezar. Sin embargo, el experimento no tenía el control de los factores de confusión potenciales. Por ejemplo, tener una bolsa de hielo en la frente probablemente tiene un efecto profundo del despertar mientras que un paquete agradable y cálido promoverá somnolencia. Por tanto, es imposible diferenciar entre los efectos de la temperatura y la somnolencia en este experimento. Los autores del estudio reconocen la correlación entre los ritmos circadianos de la temperatura y la vigilancia, pero sostienen que la temperatura es el parámetro decisivo en el bostezo generación. Sin embargo, no hay evidencia para la afirmación de este último. Bostezo, probablemente no se enfríe el cerebro El mayor desafío para los defensores de la hipótesis de la termorregulación radica en demostrar cómo el bostezo sería capaz de enfriar el cerebro. Se sugiere que el flujo de aire fresco durante el bostezo ventila calor fuera del cerebro. Sin embargo, la propuesta se enfrenta a problemas similares como las hipótesis respiratorias discutidas anteriormente. Bostezo en realidad interrumpe la respiración nasal normal que parece ser una manera más eficiente de la ventilación. Actualmente no hay pruebas suficientes de un efecto termorregulador del bostezo. La hipótesis de la termorregulación parece ser contraria a la intuición y tiene importantes lagunas de motivos que parecen ser difíciles La hipótesis de la presión del oído Bostezo tiene la capacidad muy apreciada para igualar la presión del aire en el oído medio con la presión del aire exterior. Por lo tanto, pueden aliviar las molestias en el oído y problemas de audición debido a los rápidos cambios de altitud en aviones de aire o elevadores. Esto se logra a través de la contracción y relajación del músculo tensor del tímpano y los músculos esta pedio durante el bostezo, lo que resulta en un orificio de las trompas de Eustaquio y la aireación de las cavidades timpánicas. Esta observación ha llevado a postular que el bostezo puede ser una defensa " reflejo" de la oreja, que se activa por los rápidos cambios de altitud u otras condiciones que conducen a la retención de aire en el oído medio. Sin embargo, no existe a nuestro conocimiento ninguna investigación sistemática que confirme las tasas de aumento del bostezo en las condiciones rápidamente cambiantes del oído presión. Además, el bostezo no es el único mecanismo para abrir la trompa de Eustaquio; para tragar, masticar, y la maniobra de Valsalva tiene el mismo efecto. La hipótesis de cambio de estado En lugar de sugerir una sola función fisiológica de bostezos, Provine trató de combinar los múltiples cambios de comportamiento estado asociado con bostezo (la vigilia al sueño, del sueño a la vigilia, el estado de alerta al aburrimiento, etc) dentro de un marco único. Propuso que "el bostezo es un acto vigorosa y generalizada que puede animar nuestra fisiología y facilitar estas transiciones". Este enfoque tiene la ventaja de que pueden integrar los resultados de los campos de investigación diferentes. Sin embargo, la propuesta no va más allá de una mera descripción de los cambios de comportamiento asociados con bostezos y no da pistas sobre cómo o por qué los cambios de estado propuesto pueden ser alcanzados. Dada la escasez actual de pruebas experimentales para cualquier función fisiológica de bostezar, la combinación de varios estados fisiológicos dentro de un solo concepto también carece de sustento empírico. Transición biológica del Cuerpo Esta teoría explicaría el supuesto bostezo fetal ya que le ayudaría a mantener un equilibrio con el líquido amniótico. En los adultos, el bostezo se produciría en la transición de un estado de alerta a uno de sueño y viceversa. No es raro comprobar como muchos deportistas antes de competiciones importantes o incluso de políticos justo antes de dar conferencias o entrevistas, bostezan. Y ni qué decir tiene lo que ocurre cuando nos vamos quedando aletargados por cualquier actividad carente de interés, el bostezo no tarda en hacer acto La razón de este comportamiento tendría unos orígenes evolutivos. El bostezo sería el resultado de la sincronización de nuestro comportamiento con estos cambios de alerta. Por ejemplo, tras un bostezo podemos incrementar nuestra tensión arterial y nuestra frecuencia cardiaca un 30%. De esta forma, no sólo nosotros conseguiríamos ser más conscientes de nuestro estado de alerta, sino que a su vez podríamos comunicarlo al resto del grupo con un simple gesto. Y, eso, a su vez está relacionado con el carácter contagioso de éste. Gesto de Intimidación De las teorías mencionadas hasta ahora, esta es la menos probable. Al igual que la teoría de transición biológica tendría un significado evolutivo. El bostezo se convertiría en un acto intimidatorio al mostrar los dientes a los individuos que le rodeaban, hace miles de años. El efecto contagioso de este fenómeno vendría a ser una respuesta refleja y vestigial a la intimidación provocada. Si nos pusiéramos en situación el bostezo sería un inconsciente: "Mira qué dientes tengo" mientras que la respuesta a éste con un nuevo bostezo por parte de otro individuo significaría un inconsciente: "Mira qué dientes tengo yo también". Esta teoría explicaría por qué determinados animales bostezan, pero en el ser humano sería un mero reflejo vestigial (actualmente nuestros dientes distan mucho de ser intimidantes) o simplemente no tener nada que ver en ese sentido. Es difícil creer que cada vez que bostezamos estemos implícitamente intimidando o retando a los demás. Como conclusión, decir que todas estas teorías están respaldadas bajo sus correspondientes estudios, pero aún no se puede decir que ninguna de ellas explique completamente tanto la etiología como el contagio del bostezo. En la actualidad, como ya hemos citado anteriormente, siguen abiertas estas líneas de investigación en busca de una respuesta a tan inquietante La medicina nos informa de que el bostezar es un mecanismo de autorregulación del cuerpo humano. En los casos de metabolismo cerebral reducido, el bostezo sirve para inhalar más aire y contraer los músculos del cuello y la parte superior del cuerpo, con lo que se consigue mejorar la circulación sanguínea. 2. Robert Provine El psicólogo Robert Provine, un reputado psicólogo de la Universidad de Maryland, es
el que más está estudiando sobre el "porque" de los bostezos. Según el Provine, el bostezo corresponde a "un alarido silencioso por oxígeno", que ocurre cuando generalmente estamos cansados o aburridos. Esta sería una maniobra respiratoria para que la sangre se cargue de más oxígeno y deseche CO2 en su paso por los pulmones. Para comprobar su hipótesis, Provine planteó un experimento. A un grupo de estudiantes de psicología los hizo inhalar gases con distintas cantidades de oxígeno y CO2, y simultáneamente contabilizó la frecuencia de bostezo. Cuando disminuía la concentración de oxígeno en la mezcla gaseosa, los estudiantes respiraban más rápido, pero no incrementaban la frecuencia de bostezos. Más aún, cuando respiraban oxígeno puro, la frecuencia de bostezos no disminuía. "Esta simple observación descarta la creencia de que el bostezo corresponda a una compensación respiratoria para lograr más oxígeno". Como curiosidad nos señala que las personas hemipléjicas, que tienen la mitad del cuerpo paralizado como consecuencia de un ataque cerebral, pueden estirar el miembro que está paralizado cada vez que bostezan. Un hecho desconcertante que demuestra que de alguna forma existen circuitos neuronales comunes, que condicionan el bostezo, el estiramiento y la contracción de los músculos de la cara. 2. Andrew Gallup El doctor Andrew Gallup, profesor de Psicología en la Universidad de Nueva York, y su equipo han desarrollado un experimento que propone que el bostezo regula la temperatura cerebral cuando otros sistemas del cuerpo no consiguen hacerlo. Los investigadores pidieron a un grupo de voluntarios que vieran un vídeo donde aparecía gente bostezando. Otro grupo de observadores contaron el número de veces que bostezaban los participantes, al "contagiarse" del bostezo que observaban en ese A algunos voluntarios se les pidió que apoyaran sobre sus frentes trapos fríos o calientes. Ambas acciones que mejoran el enfriamiento del cerebro, eliminaron el bostezo contagioso. Según Gallup, el bostezo puede ser una forma para mantenerse más atento y preparado. En su estudio concluyó que un bostezo retrasa el sueño, y el deseo que sentimos de bostezar cuando otras personas lo hacen, puede ser un mecanismo para mantenernos alerta cuando nos enfrentamos a un peligro. Algunos investigadores han relacionado el fenómeno del contagio del bostezo con la empatía, o capacidad de ponerse en el lugar de otra persona. 7. Neurona espejo Se denominan neuronas espejo a una cierta clase de neuronas que se activan cuando un animal o persona desarrolla la misma actividad que está observando ejecutar por otro individuo, especialmente un congénere. Las neuronas del individuo imitan como "reflejando" la acción de otro: así, el observador está él mismo realizando la acción del observado, de allí su nombre de "espejo". Tales neuronas habían sido observadas primeramente en primates, y luego se encontraron en humanos y algunas aves. En el ser humano se las encuentra en el área de Broca y en la corteza parietal. En las neurociencias se supone que estas neuronas desempeñan un importante rol dentro de las capacidades cognitivas ligadas a la vida social, tales como la empatía (capacidad de ponerse en el lugar de otro) y la imitación. En la última década, los neurobiólogos identificaron unas células nerviosas que son la evidencia fisiológica de la empatía y de las complejas emociones sociales, llamadas "neuronas espejo". Éstas se han encontrado en humanos, primates no humanos y otros mamíferos de alto coeficiente cerebral, como elefantes o ballenas. Estas neuronas nos permiten comprender lo que le ocurre a otro individuo, imaginándonos a nosotros en la misma situación y proyectando lo que sentimos. Están relacionadas directamente con la empatía porque gracias a ellas podemos "sentir los sentimientos de otros" y entender sin necesidad del razonamiento, puesto que se produce una simulación directa en el cerebro. En varias investigaciones, se ha demostrado que existe una correlación entre una capacidad básica para la empatía y el fenómeno del contagio de bostezo. Por ejemplo, ciertas personas con dificultades para establecer relaciones interpersonales debido a alguna patología o a una lesión cerebral no suelen bostezar cuando ven a alguien hacerlo. Pruebas similares se están realizando con enfermos de Alzheimer. Además, todo apunta a que es necesario el desarrollo de ciertas estructuras neuronales, pues tampoco se produce contagio antes de los dos años Algunos investigadores han hallado una similitud en las áreas activadas durante el bostezo contagioso y el comportamiento en espejo, coincidencia que significaría que estos fenómenos podrían compartir iguales mecanismos neuronales. El acto de ver u oír un bostezo ajeno actuaría como un estímulo para la activación de sustratos neurológicos responsables del inicio del bostezo por "contagio", el que formaría parte del complejo sistema de modulación de las relaciones interpersonales a nivel consciente. - Es una acción común, únicamente, entre los animales vertebrados. Los mamíferos y la mayoría del resto de animales dotados de columna vertebral bostezan, incluyendo peces, serpientes, tortugas, cocodrilos y aves. - Personas con trastornos mentales como la esquizofrenia y algunos psicóticos no - Una investigación realizada en humanos mostró que más personas bostezan durante el invierno, en comparación con el verano (45% en invierno y un 24% en verano), esto apoya la teoría de Gallup que afirma que las personas bostezan en el clima frío ya que el aire frío que se inhala ayuda a regular la temperatura de su cerebro. 9. Bibliografía ENTREVISTA: GIACOMO RIZZOLATTI (Neurobiólogo) "Las neuronas espejo te ponen en el lugar del otro"
"La visión es la que proporciona el vínculo para comprender a los demás"
Pregunta. ¿Qué le parece el hecho de que se comparen las neuronas espejo con el
Respuesta. Es un poco exagerado, pero quizá Ramachandran2 tenga razón porque el
mecanismo de espejo explica muchas cosas que antes no se comprendían. P. ¿Qué explica?
R. Por ejemplo, la imitación. ¿Cómo podemos imitar? Cuando se observa una acción
hecha por otra persona se codifica en términos visuales, y hay que hacerlo en términos 2 Vilayanur S. "Rama" Ramachandran es un neurólogo conocido por su trabajo en los campos de la neurología de la conducta y de la psicofísica motores. Antes no estaba claro cómo se transfería la información visual en movimiento. Otra cuestión muy importante es la comprensión. No sólo se entiende a otra persona de forma superficial, sino que se puede comprender hasta lo que piensa. El sistema de espejo hace precisamente eso, te pone en el lugar del otro. La base de nuestro comportamiento social es que exista la capacidad de tener empatía e imaginar lo que el otro está pensando. P. ¿Se puede decir que las neuronas espejo son el centro de la empatía?
R. El mensaje más importante de las neuronas espejo es que demuestran que
verdaderamente somos seres sociales. La sociedad, la familia y la comunidad son valores realmente innatos. Ahora, nuestra sociedad intenta negarlo y por eso los jóvenes están tan descontentos, porque no crean lazos. Ocurre algo similar con la imitación, en Occidente está muy mal vista y sin embargo, es la base de la cultura. Se dice: "No imites, tienes que ser original", pero es un error. Primero tienes que imitar y después puedes ser original. Para comprenderlo no hay más que fijarse en los grandes pintores. P. Uno de los hallazgos más sorprendentes relacionados con este tipo de neuronas es
que permiten captar las intenciones de los otros ¿Cómo es posible si se supone que la intención de algo está encerrada en el cerebro del prójimo? R. Estas neuronas se activan incluso cuando no ves la acción, cuando hay una
representación mental. Su puesta en marcha corresponde con las ideas. La parte más importante de las neuronas espejo es que es un sistema que resuena. El ser humano está concebido para estar en contacto, para reaccionar ante los otros. Yo creo que cuando la gente dice que no es feliz y que no sabe la razón es porque no tiene contacto social. P. Pero para que el sistema de espejo funcione es necesario que exista previamente la
información en el cerebro que refleja. ¿No es así? R. En el útero de la madre se aprende el vocabulario motor básico, o sea que ya tenemos
ese conocimiento, el básico, que es puramente motor. Más tarde, al ver a otras personas, el individuo se sitúa en su propio interior y comprende a los demás. La visión es la que proporciona el vínculo. P. ¿Hacia dónde irán ahora sus investigaciones?
R. Queremos estudiar las bases neuronales de la empatía emocional en animales. Me
gustaría ver si las ratas, al igual que los monos [en los que se han identificado ya varios tipos de neuronas espejo], tienen el sistema de espejo porque en ese caso, las podríamos utilizar para la investigación médica, porque los monos son animales demasiados preciosos como para hacer este tipo de trabajos. P. ¿Y en humanos?
R. Estoy convencido de que los trastornos básicos en el autismo se dan en el sistema
motor. Estos pacientes tienen problemas para organizar su propio sistema motor y como consecuencia no se desarrolla el sistema de neuronas espejo. Debido a esto no entienden a los otros porque no pueden relacionar sus movimientos con los que ven en los demás y el resultado es que un gesto simple es para un autista una amenaza. Medicina (B. Aires) v.63 n.3 Buenos Aires mayo/jun. 2003
Medicación Después
suspendida
"El bostezo como signo en la enfermedad de Parkinson" Dr. Manuel Iván Se investigaron los bostezos que produjeron 30 sujetos sanos y 30 sujetos con la enfermedad de Parkinson, con el objetivo de comprobar la utilidad que pueden tener en los pacientes de esta enfermedad. Los bostezos fueron producidos mediante un video de 30 min. Al comparar los sujetos sanos, con los pacientes privados de medicamentos durante 12 h, se observó en estos últimos una disminución significativa en el número de veces que bostezan (sanos 15,086-Parkinson 1,700). En la comparación del grupo de pacientes en 2 momentos: medicación suspendida y después de 1½ h de restituido el tratamiento, se apreció un incremento significativo de los bostezos en los pacientes medicados (sin 1,700-con Ldopa3 7,093). De esos resultados se infiere que la observación de esta conducta puede orientar sobre los efectos del tratamiento que se esté empleando. Medicación
Después de
suspendida
La enfermedad de Parkinson es una enfermedad caracterizada fundamentalmente por su nigroestriadopalidal. Se ha observado que la activación colinérgica puede aumentar las manifestaciones del parkinsonismo, de ahí que se haya planteado que las características clínicas de la enfermedad se deban a desequilibrios de las actividades relativas de neuronas colinérgicas y dopaminérgicas. Está demostrado que el bostezo es una conducta cuya vía final común es de tipo colinérgica, con acción sobre receptores muscarínicos. Esa conducta está modulada por diversas sustancias como son neurotrasmisores, péptidos y hormonas. En la generación del bostezo, las vías dopaminérgicas tienen un efecto notable: la dopamina activa la producción de oxitocima en el núcleo paraventricular del hipotálamo. La oxitocima puede activar la neurotrasmisión colinérgica en el hipocampos en la formación reticular del tronco encefálico, sitios relacionados con la génesis del bostezo. Por otro lado, se conoce de 3 Ldopa es el medicamento aislado más eficaz en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson estudios donde se utiliza la asociación entre el bostezo y la integridad de las vías dopaminérgicas para la evaluación de distintos fármacos. Sobre todo lo dicho es de esperar que la enfermedad de Parkinson, donde se encuentran afectadas las vías dopaminérgicas, la frecuencia de aparición del bostezo o sus características se encuentren modificadas, por lo que la atenta observación de esta conducta puede ser utilizada como un signo para la evaluación clínica de los pacientes con Parkinson. MÉTODOS
Para demostrar la utilidad del bostezo como signo en la evaluación clínica de los pacientes con Parkinson, se dieron los pasos siguientes: 1. Se evaluó la aparición del bostezo espontáneo en sujetos sanos y en pacientes con Parkinson sin tratamiento durante 12 h. 2. Se estimó la frecuencia de aparición del bostezo antes y después de la ingestión del medicamento en pacientes con Parkinson. Esto se efectuó en 60 sujetos con distribución aleatoria de sexos, divididos en 2 grupos: Grupo 1- 30 sujetos sanos (controles) y Grupo 2- 30 pacientes con Parkinson. Criterios de inclusión: tener al menos 1 año de haber sido diagnosticado con enfermedad de Parkinson idiopática. Ser atendido regularmente en consultas en el CIREN o en el Hospital "Carlos J. Finlay". Tener tratamiento con levodopa. Edad 40 años o más. Criterios de exclusión: ingerir algún medicamento para la enfermedad que pudiera alterar las respuestas a las pruebas realizadas (sedantes, hipnóticos, antidepresivos, etc.). Presencia de enfermedad psiquiátrica o problema cognitivo que le impidiera entender las órdenes a cumplir en las pruebas de la Todos los resultados de las pruebas y datos personales de los pacientes fueron reflejados en la planilla que incluye el software preparado para la investigación y guardados en archivos de texto y en tablas de Microsoft Excel en computadora personal Pentium III. Para controlar posibles errores y alteraciones en la observación y recogida de los datos cada prueba fue realizada por una sola persona, calificada científicamente para la tarea; y los datos fueron archivados por esa persona, en este caso, el autor de la investigación. A cada paciente se le entregó un acta de consentimiento informado para obtener su autorización a participar en la investigación, además se les informó de la forma de su realización. Resultó evidente también la ausencia de métodos invasivos en la investigación. El medicamento administrado a los pacientes fue la levodopa en la dosis estipulada en los tratamientos habituales. Se indujo el bostezo en un local con relativo aislamiento sonoro y social, mediante el uso de soporte de video en disco compacto se muestra la filmación de una persona bostezando (esto establece una inducción no medicamentosa del bostezo) y esta imagen se le puso al paciente durante media hora (12 h previas sin ingerir el medicamento, fase off) y se contó el número de bostezos en ese período de tiempo. Esta filmación se le volvió a poner al paciente a la hora y media después de haber ingerido la ldopa en la dosis que usan habitualmente (según la farmacocinética del medicamento se alcanza su concentración máxima en sangre entre 1 ½ y 2 h después de haberlo ingerido); y se realizó la misma determinación, es decir, número de bostezos ocurridos. Se calcularon estadísticas descriptivas para el número de bostezos en ambos grupos; y en el mismo grupo sin tratamiento y con este. Se construyeron intervalos de confianza a 95 % para la diferencia de las medias de los bostezos entre el grupo control y el grupo de pacientes parkinsonianos sin tratamiento; y entre el grupo de pacientes parkinsonianos sin tratamiento y con este. El propósito del análisis fue poner a prueba la hipótesis de que estas medias difieren entre sí, tanto entre grupos distintos como dentro del mismo grupo sin tratamiento y con este. RESULTADOS
Se realizó comparación del número de bostezos en media hora de observación entre el grupo control y el de los pacientes con Parkinson (estos últimos sin tratamiento en las 12 h anteriores a la realización de la prueba, fase off). La diferencia de medias fue de 14,06 y el intervalo de confianza no contiene al cero, lo que permite afirmar que son resultados con diferencia estadística significativa. Cuando se realizó la comparación del número de bostezos en media hora de observación en el grupo de pacientes parkinsonianos, media hora antes de la ingestión del medicamento (12 h anteriores sin tratamiento, fase off) y 1 ½ h después de su ingestión (fase on), la diferencia entre las medias fue de 5,333, significativa estadísticamente. DISCUSIÓN
La disminución evidente en el número de bostezos, en media hora de observación, en los pacientes con Parkinson sin medicamento, con respecto a los sujetos controles sanos, está acorde con los mecanismos fisiológicos que subyacen en el bostezo y con lo que se esperaba obtener en la investigación. Al ser el bostezo un fenómeno mediado por la dopamina y la acetilcolina, en este caso la deficiencia de dopamina dificulta el funcionamiento de los circuitos dopaminérgicoscolinérgicos cerebrales, por lo que estos resultados son justificados fisiopatológicamente. También la ausencia o disminución del bostezo en estos pacientes corrobora la hipótesis de su posible utilidad como marcador diagnóstico. En cuanto al bostezo en los parkinsonianos sin tratamiento y con tratamiento, es preciso mencionar que en esta conducta las evidencias bioquímicas y farmacológicas apuntan a un papel central para los mecanismos dopaminérgicos y colinérgicos, la aparición del bostezo en pacientes parkinsonianos tratados podría iluminar este fenómeno pobremente entendido. El mecanismo fisiológico del bostezo no está ampliamente explicado, no obstante dan apoyo a estos resultados, trabajos como el de Stoessl y otros, en donde se informa que la lesión bilateral con 6-hidroxidopamina en sustancia negra suprime el bostezo inducido con apomorfina. La apomorfina (agonista dopaminérgico) cuando se administra directamente en el núcleo caudado induce el bostezo, lo que sugiere un sistema dopaminérgico central relacionado con este. Al ser el bostezo un fenómeno mediado por la dopamina en humanos, deberá ser visto en pacientes parkinsonianos tratados con L-dopa y agonistas dopaminérgicos y su aparición es claramente un fenómeno de transición, señalizando un cambio de estado (siempre de off a on). Los datos aportados en estas investigaciones junto a lo referido antes brindan un soporte teórico-experimental a los evidentes incrementos en el número de bostezos de los pacientes parkinsonianos, después de administrarle la medicación. El intento en este trabajo de demostrar la posible utilidad del bostezo como signo para la evaluación del paciente con Parkinson es respaldado en general por otros trabajos. Los resultados dan un paso importante en el afán de evidenciar uno de los usos que puede tener el bostezo en la evaluación de los pacientes referidos. Es evidente que aún queda un largo camino que recorrer, para determinar toda la utilidad que puede tener el bostezo como signo para evaluar el paciente con Parkinson. Por el momento, de este trabajo se infiere que la observación de esa conducta puede orientar a médicos y pacientes sobre la farmacodinamia y los efectos del tratamiento que se esté empleando.

Source: http://colegiovaldeserra.eu/wordpress/PI/2014/LolaBravo/wp-content/uploads/2014/05/Ser%C3%A1s-el-siguiente.pdf

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Der Soma-Trinker des alten Indien - eine ethnobotanische Rückschau Von Sachidananda Padhy und Santosh Kumar Dash,ins Deutsche übertragen von Edzard Klapp EinführungIm Rig-Veda (R.V.), begegnet uns ‘Soma' als etwas Vieldeutiges, in Erscheinung tretend in mannigfacher Weise wie etwa: Soma als Licht; Soma als Morgengrauen; Soma, der die Sonne dazu bringt zu scheinen; Soma als Sternbild und luzide Wesenheit; Soma als Vogel; Soma als Kind; Soma als Stütze des Himmels und Soma als der Herrscher, letztlich charakterisiert all das ihn als eine mythische Erscheinung. Stets aber betonen die vedischen Texte, bei Soma handele es sich um ein heiliges Gewächs, dessen Saft (Soma-Rasa) als der den Göttern dargebotene Trank galt, dem man auch die Wirkung einer Arznei zuschrieb, verwendet als natürliches Mittel zur Erhaltung der Gesundheit, welches seinen Anwender wach und in Aufmerksamkeit verharrend erhielte.Zum Ruhme des Soma-Rasa heißt es noch, als Opfer an die Götter werde davon ein wenig ins Feuer gespendet und es werde dem Priester verabreicht, der dadurch zum Ersinnen von Hymnen und Lobpreisungen inspiriert werde. Es verheiße langes Leben und gewähre dem Herzen Befreiung von Sünden, die Schwachen befreie es von ihren Gebresten und heile die Gebrechlichen; es verschaffe Schutz vor der Tücke der Menschen und vor bösen Vorzeichen; es leiste der Wahrhaftigkeit Vorschub und mache die Lüge zunichte, auch bringe es falschen Schein zu Fall (Hillebrandt 1891). In den Gesetzbüchern wird Soma als geläuterter Trank gepriesen, wonach ein Braahmana (Angehöriger der Elite der Yogis) ver- mittels Trinkens von Soma Kräfte zu erlangen vermöge, kraft deren er lediglich mit einem Blick seiner Augen andere zu töten imstande sei. Darüber hinaus heißt es, ein anderer Name für den Mond als Gott 'Chandra' sei Soma, als Gewährleister für das Entstehen von Heilkräften in Pflanzen und als Autorität des Amrita (d.h. Nektar), des sogenannten Elixirs der Unsterblichkeit, über das man sich nur wundern könne. Im Verlauf der vergangenen mehr als hundert Jahre wurde emsig geforscht, um die Soma-Pflanze botanisch zu identifizieren, um endlich dieses von den Veden gepriesene Gewächs auch für uns Heutige nutzbar machen zu können. Wir haben uns ausgiebig damit in unserer neuesten Arbeit (Padhy und andere, 2001) befasst und sie (Padhy und Dash, 2001, 2002) zur Diskussion gestellt. Nachfolgend wollen wir die für den zu trinkenden Soma in Betracht

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Lasers in Surgery and Medicine 36:171–185 (2005) Light Promotes Regeneration and Functional Recoveryand Alters the Immune Response After Spinal Cord Injury{ Kimberly R. Byrnes, PhD,1* Ronald W. Waynant, PhD,2 Ilko K. Ilev, PhD,2 Xingjia Wu, BS,1 Lauren Barna, BS,1Kimberly Smith,1 Reed Heckert, BS,1 Heather Gerst, BS,1 and Juanita J. Anders, PhD 1Department of Anatomy, Physiology & Genetics, Uniformed Services University of the Health Sciences,Bethesda, Maryland 208142Center for Devices and Radiological Health, ElectroOptics Branch, Food and Drug Administration, HFZ-134,Rockville, Maryland 20857