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Vicaría de Evangelización
Arquidiócesis de Bogotá, 2013
PLAN DE EVANGELIZACIÓN
Portada: Panorámica del Centro Internacional y los cerros en Bogotá
Vicaría de Evangelización
Arquidiócesis de Bogotá
Archivo de la Arquidiócesis de Bogotá
Juan Carlos Ramos Hendez
Diseño, diagramación:
Juan Carlos Ramos Hendez
ISPA. Instituto San Pablo Apóstol
Todos los derechos reservados
PLAN DE EVANGELIZACIÓN
MAYO 19 DE 2013
SIGLAS
AG
Concilio Vaticano II, Decreto Ad Gentes. Sobre la actividad misionera, 1965
Juan Pablo II, Exhortación Apostólica Catechesi tradendae, 1979.
III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, Documento de
Puebla, 1979.
V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, Documento de
Aparecida, 2007.
Congregación para el Clero, Directorio General de Catequesis, 1997.
Concilio Vaticano II, Constitución Gaudium et Spes. La Iglesia en el mundo
Juan Pablo II, Carta Apostólica Mane nobiscum Domine, 2004
Pablo VI, Exhortación Apostólica Evangelii nuntiandi, 1975
Juan Pablo II, Carta Apostólica Novo Millennio Ineunte, 2001
Pablo VI, Carta Apostólica Octogésima Adveniens, 1971
Juan Pablo II, Exhortación Apostólica Pastores dabo vobis, 1992.
Juan Pablo II, Encíclica Redemptor hominis, 1979
Juan Pablo II, Encíclica Redemptoris missio, 1990
Benedicto XVI, Carta Encíclica Spe Salvi, 2005
Mensaje del señor arzobispo
de bogotá 7
1. la VoCaCiÓn eVangelizadora de la
arQUidiÓCesis de bogotá 9
2. bogotá, regiÓn Capital, CaMpo de la
eVangelizaCiÓn 11
3. el disCerniMiento de los disCÍpUlos
Misioneros
4. respUesta arQUidioCesana a los
desaFÍos de la eVangelizaCiÓn 19
4.1 LA PALABRA DE DIOS QUE NOS ILUMINA
4.2 EL IDEAL QUE NOS UNE Y COMPROMETE
4.3 LOS OBJETIVOS QUE NOS ORIENTAN
4.4 EL NUEVO PARADIGMA DE LA EVANGELIZACIÓN: SER SAL DE
LA TIERRA Y LUZ DEL MUNDO
4.5 LOS CRITERIOS DERIVADOS DEL PARADIGMA
4.6 EL ITINERARIO PARA RECORRER
4.7 LOS PROTAGONISTAS DEL PLAN
5. en el UMbral de la esperanza Y la
alegrÍa 40
notas
glosario 45
el sÍMbolo del plan de
de la arQUidiÓCesis de bogotá
Arquidiócesis de Bogotá
Cardenal Rubén Salazar Gómez
Arzobispo de Bogotá
Muy queridos hermanos y amigos, fieles de la Arquidiócesis de Bogotá:
Como pueblo de Dios que peregrina en esta región capital de Bogotá, y dóciles
al Espíritu Santo, hemos recorrido un camino de discernimiento evangélico que
nos ha conducido a tomar conciencia juntos de la voluntad del Señor para con su
Iglesia en las actuales circunstancias y a expresarla en un nuevo Plan de Evangeli-
Con una mirada de fe nos hemos acercado a nuestra realidad, y bajo la luz de la
Palabra de Dios, hemos reconocido los signos de los tiempos que nos señalan los
desafíos que estamos llamados a asumir, y particularmente el nuevo paradigma de
evangelización que debe guiar nuestra presencia y acción evangelizadora en los
próximos años.
Al entregar hoy a toda la Iglesia Arquidiocesana el nuevo Plan de Evangelización:
"Sal de la tierra y luz del mundo" (2013-2022), invito a todos, queridos hermanos y
amigos, a soñar y a trabajar con todo el corazón por el ideal que hemos discerni-
do: una comunidad eclesial arquidiocesana fuertemente anclada en la adhesión
a Cristo, más viva, dinámica y participativa, más comprometida con el mundo en
medio del cual vivimos. De igual manera animo a todos a conocer, profundizar y
a asumir, cada uno desde su lugar en la Iglesia, el nuevo paradigma de evangeli-
zación, saliendo al encuentro de Dios que habita en nuestra ciudad y municipios,
haciéndonos compañeros de camino, anunciando y cuidando de la obra de Dios
en todos los hombres y mujeres, especialmente de quienes más sufren, y siendo,
por la vida de comunión y de servicio misericordioso, fermento de crecimiento del
Reinado de Dios que está presente en nuestra región capital y conduce nuestra
historia hacia la plenitud de la Vida.
Nueve años nos hemos fi jado, como un tiempo prudente para trabajar juntos,
con un solo corazón y una sola alma, por girar el timón y dar un nuevo rumbo a
nuestra vida arquidiocesana, de tal manera que logremos pasar de una pastoral de
conservación a una presencia y acción evangelizadora decididamente misionera;
Plan de Evangelización.
aprendiendo a ser, por nuestra renovada adhesión a Jesucristo, verdadero pueblo
de Dios, sal de la tierra y luz del mundo en medio del mundo contemporáneo en
el que vivimos.
Pido a todos y en todas las instancias de la vida arquidiocesana, leer, conocer,
profundizar este documento que nos presenta los aspectos centrales de nuestro
Plan de Evangelización; pero sobre todo los exhorto a que juntos, con la gracia de
Dios, demos vida a este Plan; apropiándonos con mente y corazón, del espíritu, de
los valores, de los ideales, de las mediaciones e instrumentos que nos brinda.
Que la sabiduría, la fuerza y el amor del Espíritu Santo, primer protagonista de la
evangelización, nos conduzcan en este buen propósito de nuestra familia arqui-
diocesana, nos ayuden a vencer los temores, las dudas y los obstáculos del tiempo
presente y nos permitan hacer del jubileo, por los 450 años de nuestra Arquidió-
cesis, un verdadero umbral de esperanza, que nos permita relanzar con fidelidad
y audacia, con amor apasionado, la misión evangelizadora en los nuevos escenarios
locales y globales que vivimos.
La Santísima Virgen María, Estrella de la Nueva Evangelización, nos lleve hacia Je-
sucristo, Evangelio del Padre, nos acompañe en este nuevo camino que queremos
emprender e interceda por nosotros.
Imploro sobre todos ustedes, queridos amigos y hermanos, la abundancia de las
bendiciones del Señor.
Bogotá, D.C., Mayo 19 de 2013, Solemnidad de Pentecostés
+ Cardenal Rubén Salazar Gómez
Arzobispo de Bogotá
Arquidiócesis de Bogotá
1. LA VOCACIÓN EVANGELIZADORA DE LA ARQUIDIÓCESIS DE BOGOTÁ
1. La Arquidiócesis de Bogotá, existe para evangelizar, su voca-
ción propia es la evangelización; evangelizar, fue la razón de su
creación hace 450 años y es la fuente de su mayor alegría y la ma-
nifestación de su belleza. La fidelidad a esta vocación recibida del
mismo Señor Jesucristo le ha exigido, a lo largo de sus 450 años
de existencia, discernir los signos de la presencia y de los planes
de Dios en medio de las circunstancias históricas por las que ha
pasado nuestra región capital para ser signo e instrumento del
Reinado de Dios que ha conducido la historia hacia la plenitud
2. El comienzo del tercer milenio nos llama a un ejercicio de
discernimiento evangélico y comunitario del momento que es-
tamos viviendo en nuestra región capital1, para interpretar, en
medio de los múltiples acontecimientos y cambios, las llamadas
que el Espíritu Santo nos hace, como pueblo de Dios, comunidad
de discípulos misioneros, para llevar a cabo una acción evangeli-
zadora que secunde la obra de Dios en este nuevo contexto que
A este desafío se quiso responder con la decisión de entrar en un
nuevo proceso de planeación de nuestra acción evangelizadora,
con el fin de pensar y discernir nuestra identidad como Iglesia
Particular en medio de la actual transformación de la Ciudad de
Bogotá y de los otros once municipios en los cuales está presente:
La Calera, Choachí, Fómeque, Ubaque, Chipaque, Une, Cáqueza,
Fosca, Quetame, Gutiérrez y Guayabetal; discernir las opciones
fundamentales que queremos tomar como pueblo de Dios en-
viado a evangelizar y los caminos e instrumentos que queremos
asumir a la hora de afrontar estas nuevas circunstancias2.
3. Este proceso de planeación lo hemos vivido en el espíritu
señalado por las declaraciones del pasado VI Sínodo Arquidio-
cesano, el Documento de Aparecida y el Plan Global de Pastoral
10 Plan de Evangelización.
(1999-2008); además se ha hecho con
y hacia la fe recibida, nos lleva a tomar
una metodología prospectiva estra-
consciencia comprometida de nuestro
tégica, de manera participativa, en un
presente y de la fe que estamos vivien-
ejercicio constante de consulta, escu-
do, así como nos hace dirigir la mirada
cha, discernimiento y generación de
hacia el futuro con esperanza y nos
respuestas, con la esperanza de seguir
hace reconocer este momento como
aprendiendo a trabajar juntos, con un
un umbral hacia un nuevo tiempo de
solo corazón y una sola alma, como
gracia en la vida de nuestra Arquidió-
Iglesia Arquidiocesana, y superar las
cesis y en su tarea evangelizadora3.
«actitudes de miedo a la pastoral urba-
na; tendencias a encerrarse en los méto-
5. Los resultados de todo este proceso
dos antiguos y a tomar una actitud de
los presentamos ahora, más que como
defensa ante la nueva cultura, de senti-
un documento, como un espíritu,
mientos de impotencia ante las grandes
como una inspiración para despertar y
dificultades de las ciudades» (DA 513).
desafiar nuestra esperanza y nuestros
talentos e integrarlos en todo un movi-
4. La coyuntura de la celebración jubi-
miento de renovación arquidiocesana,
lar por los 450 años de la Arquidiócesis
en un proyecto comunitario de vida,
de Bogotá y del Año de la Fe convoca-
que las palabras, que se encuentran a
do por el Papa Benedicto XVI, nos ha
continuación, intentan expresar, pero
dado un contexto y una perspectiva
que sólo hallarán su sentido pleno en
muy especial para construir juntos e
la medida en que se hagan vida en los
implementar el plan de evangelización,
discípulos misioneros que conforma-
pues nos invita a una mirada agradeci-
mos este pueblo de Dios que peregrina
da hacia el pasado de nuestra historia
en esta región capital.
Arquidiócesis de Bogotá 11
2. BOGOTÁ, REGIÓN CAPITAL, CAMPO DE LA EVANGELIZACIÓN
la región capital, nuestro lugar de
arraigo y peregrinación
6. Bogotá es el espacio de nuestra experiencia de lo humano y
de lo urbano. Bogotá ha acompañado buena parte de la historia
de nuestro país y es el espejo que refleja los logros del pueblo
colombiano, y los vacíos que vamos dejando en nuestro cami-
nar. Encierra las luces y las sombras, los tesoros y las pobrezas
de la transición cultural en la que nos encontramos. Es lugar de
los esfuerzos por una convivencia ciudadana más participativa y
del individualismo más concentrado; de los actos generalizados
de violencia y de las redes de iniciativas por la paz. Es lugar de
creación de empresas, de comercio y de inversión, así como es vida cotidiana,
lugar de desempleo, pobreza e injusticia. Es lugar de los colegios
y las universidades, y de los niños que no tienen o no les interesa
acceder a la educación, porque prefieren estar en la calle. Desde
este lugar se defiende la vida y las garantías de los individuos y
se violan diariamente los derechos humanos. En esta ciudad se
busca que el espacio público sea respetado y a la vez se imponen
los intereses privados sobre las políticas públicas. Es sitio para los
consejos juveniles locales, que buscan la participación de los jó-
venes como sujetos sociales, y a la vez sitio que tolera las redes de
"limpieza social" que extinguen la vida de otros jóvenes. Lugar de
los museos, que buscan reconstruir la memoria histórica urbana
y a la vez donde más rápido se olvida nuestra historia, frente a un
futuro incierto. Es lugar que disfruta los beneficios de la ciencia
y la tecnología, y donde más vemos los efectos de una gran des-
humanización. Es una gran red de interacciones, transacciones y
comunicaciones, pero también una masa indiferente que vive y
sufre en soledad.
7. Bogotá es lugar de muchos actores sociales y a la vez de
miles de espectadores que, sin sentido de corresponsabilidad
12 Plan de Evangelización.
social, sólo usan la ciudad, reclaman
neral a la región capital, tres aspectos
derechos, pero ignoran los deberes y
centran nuestra atención como evan-
no están dispuestos a aportar mayor
gelizadores: la transición socio-cultural
cosa a cambio. Bogotá es la conviven-
y religiosa, la pluralidad cultural y las
cia simultánea de múltiples ciudades
desigualdades sociales.
invisibles y territorios urbanos, que se
entretejen con las dinámicas de la glo-
Bogotá vive de manera original y
balización y los complejos procesos de
propia el proceso de transición de una
desarraigo generados por las migracio-
cultura tradicional hacia una cultura
nes y el desplazamiento forzado.
moderna y "pos-moderna" o "pos-secu-
lar". Estos cambios vividos en distintas
8. Todo este conjunto complejo de
instancias de la vida, incluso en la ex-
procesos, interacciones y redes simul-
periencia religiosa, impactan a todos,
táneos que llamamos Bogotá, es el
generando en ocasiones conflictos e
espacio social dentro del cual vivimos
intolerancia hacia lo tradicional, lo mo-
nuestra condición humana y social, el
derno o lo posmoderno, o, por el con-
escenario en el cual desarrollamos la
trario, síntesis originales en las cuales
vocación a la vida que hemos recibido.
se mezclan o "hibridan" los distintos
Y desde el ejercicio de nuestra condi-
estratos culturales en la vida cotidiana.
ción humana y de nuestra libertad, los
Este proceso, vivido sobre todo desde
ciudadanos somos simultáneamente los medios masivos de comunicación,
creadores y repetidores, actores y es-
no siempre es entendido, ni discerni-
pectadores, transmisores y destinata-
do, ni asimilado, ni asumido dentro del
rios, productores y resultado, excluyen-
respeto a la persona humana y su dig-
tes y excluidos, beneficiarios y víctimas.
nidad, ni es encausado hacia el bien co-
Cada uno de los habitantes, cada vida
mún y el desarrollo sustentable, razón
humana, cada historia, cada lucha, por la cual se generan conflictos per-
cada drama, en medio de la gran masa,
manentes. La fuerza de la modernidad,
tiene su valor, su lugar, su dignidad,
se abre paso de una manera original en
aunque no siempre sean reconocidos
nuestro contexto y va generando una
por otros, aunque no siempre sean
nueva forma de sociedad, que da a lo
promovidos o protegidos por las leyes
religioso un nuevo sentido y un nuevo
y las estructuras sociales. Cada día, lo
lugar, que estamos llamados a discernir
humano se pone en juego, la vida se
y asumir, para saber evangelizar. Ante
levanta, se abre paso y triunfa, "contra
la abundancia de falsos planteamien-
viento y marea", en medio de las más
tos que buscan oponer la fe a la razón,
variadas problemáticas, la multitud la fe a la ciencia, la fe al mundo moder-
de oportunidades y las muchas cir-
no y "pos-moderno", estamos llamados
cunstancias adversas que vivimos los
a generar nuevos discernimientos,
aproximadamente ocho millones de
nuevos lenguajes que nos permitan
abrir la puerta al diálogo enriquecedor,
como nos lo ha señalado el Papa Bene-
9. Entre los múltiples aspectos que
podrían caracterizar a Bogotá, y en ge-
Arquidiócesis de Bogotá 13
10. Como parte de este proceso de
tienden más a servir a intereses parti-
transición, y por el fenómeno de la mi-
culares que a la búsqueda del bien co-
gración y el desplazamiento forzado,
mún, la dignidad humana y de la crea-
el rostro de Bogotá se ha hecho mul-
ción. Dada la extensión de los casos y
ticultural, diverso, compuesto de mu-
la reiteración de los mismos, podemos
chas formas de pensar, de actuar, de
hablar casi de una "anti-cultura de la in-
juzgar, de expresar, que buscan tener
justicia", por la corrupción en los asun-
un espacio dentro del contexto social;
tos públicos, por la deshonestidad, por
no siempre en una sana convivencia,
la inseguridad y el robo generalizado,
sino por el contrario en una lucha e
por la manipulación y el abuso de unos
intolerancia, donde a veces se quiere
sobre otros, por la insuficiente distri-
imponer la propia forma a los otros, o
bución de los recursos económicos y
se rechazan los demás por el sólo he-
de los bienes y servicios. Situaciones
cho de ser distintos. Hemos convertido
que generan multitud de víctimas, de
en muchas ocasiones las diferencias en
rostros sufrientes que nos duelen y
rechazo, en vez de oportunidad para
ante los cuales no queremos pasar in-
la complementariedad, reinando así la
diferentes. Rostros de las personas que
intolerancia que, sumada al individua-
viven en la calle, de los desplazados,
lismo generalizado, es fuente de con-
de los enfermos descuidados, de los
flictos permanentes y de una "cultura
adictos, de los jóvenes y adultos sin
de la agresividad y la violencia" que
empleo, de los abuelos abandonados
nos caracteriza. Estas situaciones no
o maltratados, de mujeres golpeadas,
logran sin embargo opacar totalmente
de las familias divididas, de los engaña-
la riqueza cultural de la que goza la ciu-
dos, de los que son víctimas de abuso o
dad por la convivencia de múltiples in-
violencia familiar, de los damnificados;
terpretaciones de la vida, expresiones
o sencillamente rostros de las víctimas
e iniciativas que hacen de Bogotá una
del individualismo que impera y lleva
ciudad viva y vibrante. El aporte de la
al desconocimiento del valor y de la
educación superior, del progreso tec-
dignidad del otro, así como del aporte
nológico y científico, las iniciativas para
que nos puede hacer. Y también el ros-
el desarrollo sostenible, las búsquedas
tro de tantos que por querer llevar una
de convivencia ciudadana en paz y las
vida honesta, laboriosa, con valores,
múltiples historias invisibles y locales
respetuosa de las leyes y de los demás,
que están tejiendo una nueva sociedad
son víctimas de burlas, rechazo e injus-
reconciliada hacen de la ciudad un faro
ticias por parte de otros.
de esperanza para muchos.
12. Y ante este conjunto de dramas
11. Nos llena de preocupación la la-
humanos que contiene la ciudad los
mentable situación de injusticia y de
habitantes han generado dinámicas
desigualdad tan extendida en los dis-
de supervivencia, así como de supera-
tintos niveles de la vida urbana; desde
ción de las dificultades, de resistencia
las situaciones de la vida cotidiana de
frente a las mismas, poniendo en jue-
los ciudadanos, hasta las mismas es-
go lo mejor de la condición humana,
tructuras políticas y económicas, que
que logra en ocasiones sobreponerse
14 Plan de Evangelización.
aún a los momentos más oscuros y
quecedoras, junto a clamores de re-
difíciles, y hallar vínculos y un sentido
dención y de Vida nueva, de vida en
para seguir adelante. Aún desde estas
circunstancias resuena un clamor de
vida verdadera, de vida en abundancia,
Este es el contexto en el cual nos
de vida con respeto de unos hacia los
arraigamos como ciudadanos, pero a
otros, donde cada uno sea reconocido
la vez en el cual peregrinamos como
en su dignidad y tiene derecho a un
creyentes. Ésta, sencillamente, es nues-
espacio. Hay un clamor de convivencia
tra casa común, en la cual estamos lla-
pacífica, respetuosa, con todos y con
mados a participar como ciudadanos y
la creación, donde el bien común guíe
las decisiones y proyectos, hacia una
sociedad justa, reconciliada, solidaria,
dios vive en nuestra
que cuida de la creación, y que por tan-
región capital4
to es capaz de asumir y reflejar la mise-
ricordia que Dios nos ha comunicado y
14. Bogotá y su vida cotidiana, ade-
que es fuente de salvación y vida para
más de ser el lugar de arraigo y de
peregrinación de millones de habi-
tantes, nuestra tierra y el mundo que
13. Once municipios de oriente, que
construimos, también es el lugar de la
hacen parte del área de influencia de
experiencia del Dios de Jesucristo. «La
Bogotá, son también lugar de la pre-
fe nos enseña que Dios vive en la ciudad,
sencia de la Arquidiócesis. La vida de
en medio de sus alegrías, anhelos y es-
estos municipios, aún teniendo su au-
peranzas, como también en sus dolores
tonomía administrativa y cultural, no
y sufrimientos. Las sombras que marcan
se entiende hoy sin la influencia que
lo cotidiano de las ciudades, como por
reciben y las interacciones que man-
ejemplo, violencia, pobreza, individua-
tienen con la ciudad; así como no se
lismo y exclusión, no pueden impedirnos
entiende Bogotá, sin la influencia y las
que busquemos y contemplemos al Dios
interacciones con estos y otros muchos
de la Vida también en los ambientes ur-
municipios dentro del Departamento
de Cundinamarca. De ahí que se ha-
ble de "ciudad-región", o mejor aún, de
La ciudad como obra humana, que
"región capital". La vida de estos mu-
responde a la vocación profunda del
nicipios está marcada por las mismas
ser humano de vivir con otros, y de
dinámicas de la ciudad: la transición
construir con otros los proyectos de
socio-cultural-religiosa, la multicultu-
vida, no puede ser considerada por sí
ralidad y las desigualdades e injusticias
misma como un lugar contrario o ad-
sociales, en grados diversos y con con-
verso a la vida de la fe. Por el contrario,
secuencias distintas por la fuerza de las
la ciudad nos brinda muchas oportuni-
costumbres y de los valores arraigados
dades para el encuentro con los otros,
en sus gentes; pero la transformación,
para la promoción de la dimensión
con sus luces y sombras, es evidente.
trascendente de las personas, y en ge-
Valores y experiencias humanas enri-
neral de un desarrollo humano integral
Arquidiócesis de Bogotá 15
sustentable, a la medida del Evangelio.
presencia del Señor, desde la experien-
cia de los valores tradicionales y la ma-
15. Por otro lado, los graves proble-
nera como empiezan a modificarse por
mas sociales que vemos en nuestra
el encuentro, en muchos sentidos des-
ciudad son, indudablemente, una pre-
igual, con las culturas de la ciudad. Los
ocupación del Señor, quien quiere, con
dramas humanos y sociales que pade-
su Reino de amor, ser fuente de Reden-
cen en este momento nuestros campe-
ción y de Vida para todos los seres hu-
sinos están igualmente en el corazón
manos, con el fin de hacer de la historia
del Señor y claman por Redención. El
de hombres y mujeres, niños, jóvenes
Reino de Dios se expande asimismo en
y adultos, una historia de salvación y
la cultura del campo, bajo otras lógicas
de comunión. Tanto el Misterio de la
y por otras mediaciones; y allí la Iglesia
Encarnación del Verbo, del Dios que
Arquidiocesana busca ponerse a su
se ha hecho solidario con la humani-
servicio. No se trata de comparar o juz-
dad en todas sus circunstancias, como
gar cuál experiencia es más auténtica
el Misterio de la Pascua de Cristo, del
que la otra, pues es una falsa oposición
Dios que ama hasta el extremo y que
contraponer hoy lo urbano a lo rural,
Salva, se actualizan de una manera ori-
ya que actualmente sus interacciones
ginal en el contexto de nuestra ciudad;
son enormes; de ahí que hablemos de
y es en este territorio físico, humano y
ciudad-región o de región-capital; sen-
social, donde buscamos hacernos par-
cillamente son dos territorios humanos
tícipes y servidores de este Misterio de
en los cuales la gracia del Señor ha sido
Vida en Abundancia que es el Plan que
y es igualmente fecunda.
Dios quiere para nosotros.
18. Es en medio de este contexto his-
16. Bogotá, fundada hace 475 años
tórico -urbano y rural- donde recono-
bajo el signo de la "Santa Fe", y condu-
cemos que se actualizan las palabras
cida por Jesucristo, Señor de la historia,
con las cuales Jesús comenzó su ac-
en medio de sus alegrías y tristezas, de
ción evangelizadora: «Se ha cumplido
sus esperanzas y dolores, es lugar de la
el tiempo, el Reino de Dios está cerca:
presencia salvífica de Dios, quien va ex-
conviértanse y crean en el Evangelio»
pandiendo su Proyecto del Reino, pro-
(Mc 1, 15). Es esta convicción de fe so-
yecto de misericordia, que no es otro
bre la presencia amorosa, liberadora,
que la Ciudad Santa que desciende de
misericordiosa, del Señor Jesucristo
lo alto. Es un Proyecto que halla su ple-
y de su Espíritu, en cumplimiento de
na realización en el futuro, pero ya está
la voluntad salvífica de nuestro Padre
aconteciendo entre nosotros, como un
Celestial, en medio de nuestro espacio
anticipo que despierta la esperanza,
vital complejo, la que mueve nuestros
y nos da las razones para afrontar el
corazones para que, como miembros
tiempo presente y los desafíos que se
de la Arquidiócesis de Bogotá, seamos
nos proponen. Un proyecto del cual la
discípulos misioneros al servicio del
Iglesia es germen y fermento.7
17. El campo y su cultura rural
-en-transición- es también lugar de la
16 Plan de Evangelización.
nuestra región
tá se presenta para nosotros como el
capital, campo de la
campo al cual se nos envía a sembrar
la Palabra, el terreno que hay que culti-
var con el trabajo diario del testimonio
evangélico y el sincero esfuerzo de una
19. Nuestra región capital, así como
Nueva Evangelización.
es nuestro lugar de arraigo y peregrina-
ción, también es el campo del Señor al
20. Para evangelizar la región capital
cual somos enviados como comunidad
primero hay que dejarnos evangelizar
de discípulos misioneros de Jesucris-
por ella. No la consideramos como una
to9 y con el cual nos sentimos íntima y
simple "destinataria" de la misión, sino
realmente solidarios10. Nada hay verda-
como una auténtica "interlocutora",
deramente humano que acontezca en
por cuanto reconocemos la justa auto-
ella, que no encuentre eco en nuestro
nomía de la que goza en cuanto obra
corazón. Por esto, nos reconocemos
y fruto del esfuerzo humano diario,
ciudadanos, pero simultáneamente pero también en cuanto, es lugar de
evangelizadores de nuestra propia la presencia y de la obra de la Trinidad,
realidad; nos reconocemos comuni-
que debemos discernir y secundar. La
dad que necesita ser evangelizada en
ciudad, como el mundo rural, tienen
su realidad urbana y rural, pero a la vez
mucho que enseñarnos sobre el ser
evangelizadores, llamados a tomar po-
humano y sobre Dios mismo, y por eso
sición frente a nuestra realidad como
los valoramos como interlocutores, y
fermento del Reino, sal y luz, humildes
campo del diálogo salvífico de la evan-
servidores del Reinado de Dios, ya pre-
gelización. La ciudad tiene el poder
sente y actuante en medio de nosotros.
de evangelizarnos, pues sus espacios
seculares son también lugar de la Epi-
Especialmente, nos sentimos llama-
fanía de Dios, posibilidad de manifes-
dos e interpelados por los clamores de
tación y encuentro con el Señor. Más
liberación, de vida verdadera, de trans-
allá de los espacios tradicionalmente
formación de las actuales situaciones
sagrados, Jesús pasó haciendo el bien
de exclusión e inhumanidad que hay
por las casas y las calles; allí se encon-
en nuestra región, y ante los cuales el
tró con Zaqueo, con algunas mujeres,
Señor Jesucristo y su Reino se constitu-
con Bartimeo, con los leprosos. Hoy
yen en esperanza de salvación. Como
sabemos que Dios vive vitalmente
enviados del Señor, portadores de una
mezclado con todos y con todo, y «nos
Buena Noticia de vida verdadera, de
urge salir a su encuentro, para descubrir-
humanidad auténtica, queremos ha-
lo, para construir relaciones de cercanía,
cernos prójimo de nuestros hermanos
para acompañarlo en su crecimiento y
e instrumentos de su misericordia y
encarnar el fermento de su Palabra en
comunión. La región capital de Bogo-
obras concretas»11 .
Arquidiócesis de Bogotá 17
3. EL DISCERNIMIENTO DE LOS DISCÍPULOS MISIONEROS
21. La amplia consulta realizada sobre los anhelos de futuro, así
como sobre los hechos significativos del presente, tanto de la vida
de la Iglesia como de la vida de nuestra sociedad, nos ha aportado
la riqueza del sentir del pueblo de Dios, desde el cual se ha traba-
jado en el proceso de discernimiento y de construcción del plan de
evangelización que busca responder a los desafíos que nos plan-
tea nuestro contexto contemporáneo.
22. Junto a los signos de esperanza identificados, hemos podido
reconocer una serie de problemas parciales que reclaman nuestra
atención, y en cuyo fondo se encuentra lo que hemos llamado "el
problema focal que debemos superar"; lo hemos formulado en
los siguientes términos: La Arquidiócesis de Bogotá, como Pueblo Reconocemos
de Dios que peregrina en medio de esta región capital, muestra una
débil adhesión a la persona de Jesucristo y a su proyecto del Reino
que le impide leer e interpretar, en las circunstancias actuales de plu-
riculturalidad, cambios permanentes e injusticias sociales, los signos
de la presencia salvadora de Dios para ponerse a su servicio. Conse-
cuentemente, a pesar de los esfuerzos evangelizadores, prevalece un
modo de ser Iglesia caracterizado por una pastoral de conservación:
sin ímpetu misionero, de simple gestión de prácticas religiosas, poca
participación, activismo individualista y asistencialismo; así nuestra
Iglesia continúa recorriendo un camino paralelo a la vida y preocupa-
ciones de la gente.12
23. Pero sobretodo, la consulta y el discernimiento nos han lleva-
do a los siguientes aprendizajes:
a) La Arquidiócesis de Bogotá no ha sido ajena al impacto de las
transformaciones que vive nuestra sociedad, las cuales confrontan
nuestras maneras tradicionales de vivir y de actuar como católicos.
b) Reconocemos en el clamor de muchos católicos la voz del Es-
píritu que nos llama a una conversión personal, comunitaria y pas-
toral frente a estas nuevas circunstancias.
18 Plan de Evangelización.
c) Creemos en la fuerza renovadora del amor de Jesucristo Resuci-
tado por su Iglesia y en su capacidad para re-crear nuestro modo de
ser Arquidiócesis de Bogotá en medio de los cambios que vivimos.
d) Ponemos nuestra confianza en el Espíritu Santo para dejarnos
guiar en nuestra tarea de servicio al Reinado de Dios ya presente
en esta región capital, y para reavivar en nosotros la fe y el ímpetu
e) Reafirmamos la necesidad de desarrollar una acción evangeliza-
dora urbana, orgánica y de conjunto, que nos integre, articule y ayu-
de a evangelizar con un solo corazón y una sola alma; que nos lleve
a inculturar el Evangelio y la vida de comunión en las circunstancias
de nuestra ciudad y municipios, caracterizados por una cultura ur-
bana en transformación y en expansión; y nos capacite para a incidir
evangélicamente sobre nuestro contexto.13
Arquidiócesis de Bogotá 19
4. RESPUESTA ARQUIDIOCESANA A LOS DESAFÍOS DE LA EVANGELIZACIÓN
24. Como fruto del discernimiento realizado, y en docilidad al
Espíritu Santo, hemos llegado a identificar y a asumir los siguien-
tes elementos que conforman el nuevo Plan de Evangelización, el
proyecto de vida para nuestra Arquidiócesis: una Palabra que nos
ilumina, un ideal que nos une y compromete, unos objetivos que
nos orientan y dan el rumbo, un paradigma nuevo para pensar y
realizar la misión en las nuevas circunstancias, con la capacidad
de conducirnos hacia el ideal, unos criterios para tener en cuenta
y un itinerario que nos fija unas metas concretas a corto y media-
no plazo, unos responsables del proceso.
4.1 LA PALABRA DE DIOS QUE NOS ILUMINA
25. Las palabras de Jesús que el evangelista Mateo nos relata
en el Sermón de la Montaña, las que concluyen el discurso de
las Bienaventuranzas, se han hecho particularmente significati-
vas durante el proceso de discernimiento y se han elegido como
las Palabras del Maestro que nos señalan el horizonte futuro y el los discípulos
paradigma de evangelización que queremos asumir: ser sal de la
tierra y luz del mundo14.
«Viendo la muchedumbre, Jesús subió al monte, se sentó,
y sus discípulos se le acercaron. Y tomando la palabra, les
enseñaba diciendo: «Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es
el Reino de los Cielos.
Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en
herencia la tierra.
Bienaventurados los afligidos, porque ellos serán consolados.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de hacer la
voluntad de Dios, porque ellos serán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán
20 Plan de Evangelización.
Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a
Dios.
Bienaventurados los que construyen la paz, porque ellos serán
llamados hijos de Dios.
Bienaventurados los perseguidos por hacer la voluntad de Dios,
porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados serán
cuando los injurien y los persigan y digan contra ustedes toda
clase de calumnias por causa mía. Alégrense y regocíjense,
porque su recompensa será grande en los cielos; pues de la
misma manera persiguieron a los profetas anteriores a ustedes. Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor,
¿cómo se salará? Ya no sirve para nada más que para ser tirada
afuera y pisoteada por los hombres. Ustedes son la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad
situada en la cima de un monte. Ni tampoco se enciende una
lámpara de aceite para cubrirla con una vasija de barro; sino
que se pone sobre el candelero, para que alumbre a todos los que
están en la casa. Brille así su luz delante de los hombres, para que al ver sus
buenas obras, glorifiquen a su Padre que está en los cielos.»
26. La declaración de Jesús a propósito de la misión de sus discípu-
los en términos de ser "la sal de la tierra" y "la luz del mundo", ha apa-
recido como singularmente adecuada para interpretar las llamadas
que Dios nos hace respecto del ser y del quehacer de nuestra Iglesia
Arquidiocesana, en su presente y hacia su futuro. Son imágenes que
nos inspiran a realizar con fidelidad nuestra vocación y misión de
ser, en Cristo, "Sacramento de Salvación" en medio de nuestra región
capital: una Iglesia que viva intensamente su identidad, en actitud
de diálogo y de interacción fecunda con la cultura en transición, el
pluralismo y las condiciones de desigualdad social que nos carac-
De igual manera, la imagen que contrasta: la sal que perdió su sa-
bor y la luz que se esconde, se vuelve para nosotros interpelación
y advertencia, que nos invitan a pensar, en medio del contexto de
cambios, lo que puede significar "perder el sabor" o "esconder la luz".
La declaración de Jesús: «Ustedes son la sal de la tierra… Ustedes son
la luz del mundo» tiene una estrecha relación con las bienaventuran-
zas; Jesús se está dirigiendo al grupo de sus discípulos, a aquellos
que serán eventualmente perseguidos por comprometerse con su
persona y con su mensaje. Después de decirles a los oyentes cómo
Arquidiócesis de Bogotá 21
pertenecer al Reino, Jesús les habla de
personas; no vive sólo para sí misma,
su papel en el mundo, de modo tal que
sino para la relación con el mundo, y
no pierdan el ánimo ante las dificulta-
de ahí la fuerza de la segunda imagen.
des que puedan experimentar en el
cumplimiento de la misión, y lo hace
28. La imagen de la luz ha sido apli-
valiéndose de estas dos imágenes su-
cada, en la Sagrada Escritura, a Dios, a
gerentes: la sal y la luz, palabras que el
Israel, a algunos individuos, al Siervo
evangelista recuerda con fuerza a su
de Yahvé, a la Torah y a Jerusalén. Pero
particularmente resuena referida a
Dios, quien es reconocido como la Luz
27. Como la sal es necesaria e insus-
de Jerusalén, la Luz de su Pueblo, quien
tituible en la alimentación cotidiana,
a su vez hace de su Pueblo una luz para
así los discípulos tienen en el mundo
otros: «Levántate y resplandece, Jerusa-
una misión única y necesaria: dar sa-
lén, porque viene tu luz: la gloria del Se-
bor. Por otra parte, la expresión "de la
ñor brilla sobre ti… Bajo tu luz camina-
tierra" en este versículo no se refiere al
rán los pueblos y los reyes al resplandor
humus para los cultivos, sino al mundo
de tu aurora» (Is 60, 1-3). El Evangelista
humano. Los discípulos por tanto están
Mateo reconoce cómo esta tarea es
en relación con el mundo, con la huma-
ahora confiada a todos los discípulos,
nidad entera; aquello que la sal es para
quienes están llamados a asegurar la
los alimentos, deben ser los discípulos
continuidad de la misión de Jesucristo
para la humanidad: fuente de sabor.
en el mundo, ya que ellos se convierten
en luz del mundo en la medida en que
Pero los discípulos sólo podrán ser
son el reflejo auténtico de la vida y de
sal de la humanidad cuando sean ver-
la enseñanza de Jesús.
daderamente sabios, esto es, cuando
vivan según el espíritu de las bienaven-
La Iglesia trae la luz al mundo, pero
turanzas, cuando encuentren el Reino
esta luz que trae no es suya; es la Luz
de Dios, como ese tesoro escondido de
de Cristo. La Iglesia no ha de querer
la parábola y vendan todo para que-
ser sol, sino que debe alegrarse de ser
darse con Él. El sabio no es simplemen-
luna, de recibir toda su luz del sol y de
te aquel que posee un conocimiento
hacerla resplandecer en medio de la
de orden intelectual, sino quien sabe
noche. La imagen de la luna ayuda a
vivir, porque ha descubierto aquello
captar también la naturaleza misione-
que le da gusto a la vida. La comunidad
ra de la Iglesia. Ella es, a su modo, res-
de los discípulos dará sabor a la huma-
ponsable de la Luz de Cristo que está
nidad en la medida en que descubre el
llamada a reflejar. No se debe empañar
sentido último de su existencia huma-
o apagar el reflejo de esa Luz, sino que
na, en el encuentro con Jesucristo Re-
la Iglesia debe difundirla en la noche
sucitado, y en cuanto asume y propone
de las búsquedas del ser humano. De
a todos su estilo de vida, que confiere
la misma manera que una luz encen-
plenitud a la vida humana. Cristo de-
dida pero escondida no tiene sentido,
clara que la comunidad de sus discípu-
no realiza su razón de ser, un discípulo
los existe para interactuar con todas las
que no es misionero, que no refleja la
22 Plan de Evangelización.
Luz de Cristo no tiene sentido; sólo al
para comprender nuestra misión hacia
irradiar la belleza de la fe a otros y dar
el futuro, nos darán las luces, los cami-
testimonio del encuentro salvífico con
nos y criterios que estamos llamados a
Cristo, y del Plan de Dios para el univer-
trabajar en la vivencia de nuestra voca-
so, se realiza la verdadera identidad del
ción y misión como Iglesia Particular,
al servicio del Reino de Dios presente
en nuestra ciudad-región. Asimiladas
29. Si la sal da sabor, y hace referencia
en toda su riqueza, estas palabras del
a la sabiduría, la sal desvirtuada hace
Señor nos guiarán en nuestra conver-
referencia a la necedad de los discí-
sión personal, colectiva y pastoral, con
pulos. Necio es aquel discípulo que
el fin de superar los procesos de evan-
ha perdido el sentido vivo de la fe, es
gelización superficiales, desvirtuados,
el cristiano sin sentido de su vocación
sin luz, y nos llevarán así a aprender a
y misión, es un discípulo y una Iglesia
evangelizar «no de una manera decora-
que han perdido su capacidad de ser
tiva, como un barniz superficial, sino de
fermento. La sal sosa se refiere a un
manera vital, en profundidad y hasta sus
cristianismo desapercibido e insigni-
mismas raíces, la cultura y las culturas
ficante para el mundo; a un modo de
del ser humano»16.
ser discípulos e Iglesia que ha dejado
de lado su condición de ser señal de
4.2 EL IDEAL QUE NOS UNE Y
contradicción, para adoptar una postu-
ra de asimilación acrítica de la cultura
dominante, o de cómoda complicidad
31. El ideal o escenario futuro que
con el espíritu del mundo. Aparecida
describe aquello que anhelamos al-
nos da una descripción de este tipo
canzar como Arquidiócesis de Bogotá,
de fe que es sal desvirtuada: es «una
al cual hemos llegado como fruto del
fe católica reducida a bagaje, a elenco
discernimiento, y que por tanto reco-
de algunas normas y prohibiciones, a
nocemos como lo que Dios quiere de
prácticas de devoción fragmentadas, a
su Iglesia Particular y lo que nuestra
adhesiones selectivas y parciales de las
región capital necesita, es el siguiente:
verdades de la fe, a una participación
ocasional en algunos sacramentos, a la
La Arquidiócesis de Bogotá, como
repetición de principios doctrinales, a
Pueblo de Dios que peregrina en me-
moralismos blandos o crispados… Es el
dio de esta región capital, vive y ce-
gris pragmatismo de la vida cotidiana
lebra intensamente su adhesión a la
de la Iglesia en el cual aparentemente
persona de Jesucristo y a su proyecto
todo procede con normalidad, pero en
del Reino, y la expresa en su vida de
realidad la fe se va desgastando y dege-
comunidad, mediante la participa-
nerando en mezquindad»
ción dinámica y orgánica de todos sus
miembros y la renovación constante
30. Por tanto, estas imágenes de la
de todos sus procesos de formación
Sagrada Escritura, como intérpretes y estructuras de comunión y de ser-
del momento que vivimos en la Arqui-
vicio; consciente de su misión evan-
diócesis de Bogotá y como horizonte
gelizadora, como sal de la tierra y luz
Arquidiócesis de Bogotá 23
del mundo, con actitud dialogante,
que orientan nuestra vida hacia el ideal
profética y propositiva, discierne y
futuro, y se expresan como situaciones
secunda la acción del Espíritu Santo
para anunciar a Jesucristo en medio
de la pluralidad cultural y participar
a) Los miembros de la Arquidiócesis de
en la construcción de una sociedad
Bogotá renuevan su modo de ser discí-
más justa, reconciliada, solidaria, mi-
pulos misioneros en medio de las nue-
sericordiosa y que cuida la creación.
vas circunstancias de transformación
socio-cultural que vive nuestra región
Este ideal es el horizonte que nos
capital, por el cultivo de su adhesión a la
inspira, por el cual queremos trabajar,
persona de Jesucristo, a su Palabra y a su
porque reconocemos que de diversas
proyecto del Reino, dentro de una vida de
maneras el Señor Jesucristo y el Espí-
comunión y participación, y por el desa-
ritu Santo están trabajando para que
rrollo de su condición misionera.
sea posible y por tanto da orientación
y sentido a todos los esfuerzos que ha-
b) La vida de comunión de la Arquidió-
cemos en el presente, así como se con-
cesis de Bogotá se renueva y se convierte
vierte en una invitación permanente a
en verdadero testimonio profético de la
integrar todas las iniciativas, las diversi-
Trinidad, fuente de vida alternativa en la
dades, las dinámicas locales, propias de
sociedad, por la apropiación de su condi-
la complejidad de una diócesis como la
ción como pueblo de Dios y de la espiri-
nuestra, hacia un fin común.
tualidad de comunión por parte de todos
sus miembros, la participación dinámica
32. Como una síntesis de este ideal
y orgánica de los laicos, desde sus caris-
hemos querido asumir la imagen bí-
mas y servicios, tanto en la vida eclesial
blica de la sal y de la luz señaladas por
como en su servicio evangélico a la edi-
Cristo como la identidad de aquellos
ficación del mundo; el ejercicio del minis-
discípulos que viven en el espíritu de
terio apostólico de los ministros ordena-
las bienaventuranzas, y por eso habla-
dos, vínculo de comunión y de unidad; y
mos de llegar a ser una Iglesia sal de la
el testimonio de quienes por la profesión
tierra y luz del mundo: La Arquidiócesis
de los consejos evangélicos nos señalan
de Bogotá, por su fe en Jesucristo, sal de
el camino de la vocación universal a la
la tierra y luz del mundo en medio de
santidad.
nuestra región capital.
c) La Arquidiócesis de Bogotá, como
4.3 LOS OBJETIVOS QUE NOS
porción del pueblo de Dios, se consolida
en Cristo como verdadero sacramento
de salvación al servicio del Reino de Dios
33. Los siguientes OBJETIVOS GLOBA-
presente en la ciudad y en los munici-
LES se desprenden del ideal que nos
pios, por el discernimiento constante de
une y compromete y expresan lo que
los signos de los tiempos a la luz de la Pa-
esperamos alcanzar como resultado labra de Dios, el ejercicio permanente e
de todos nuestros planes, programas y
inculturado de su misión evangelizadora
esfuerzos. Son objetivos a largo plazo,
y el testimonio de comunión y participa-
24 Plan de Evangelización.
ción comprometida de todos los discípu-
tal, signo de esperanza de unos cielos
los misioneros desde sus carismas, servi-
nuevos y una tierra nueva.
cios y ministerios.
4.4 EL NUEVO PARADIGMA
d) La Arquidiócesis de Bogotá asume
DE LA EVANGELIZACIÓN: SER
su vocación propia como comunidad
SAL DE LA TIERRA Y LUZ DEL
evangelizada y evangelizadora, supe-
rando una pastoral de conservación,
por la apropiación de un nuevo modo de
evangelizar que responde a los desafíos
del contexto urbano contemporáneo y
Un nuevo paradigma
la hace ser sal de la tierra, luz del mundo,
fermento de transformación evangélica
de ese mismo contexto, y signo de espe-
35. El discernimiento realizado nos ha
ranza de la promesa del Señor de unos
permitido reconocer además que para
cielos nuevos y una tierra nueva.
encaminar la vida de la Arquidiócesis
hacia el ideal, para ponernos en ruta
34. El OBJETIVO OPERATIVO nos in-
hacia ese escenario futuro que anhela-
dica la manera como deben realizarse
mos, y que los objetivos nos señalan, es
todos los procesos para llevar a cabo
necesario asumir un nuevo paradigma
los objetivos globales. Este objetivo
de evangelización; es decir, una nueva
operativo responde a la necesidad de
manera de comprender la presencia
tener una orientación común para la
eclesial y la evangelización que corres-
construcción de los diversos itinerarios
ponda al contexto que estamos vivien-
y proyectos que se generan a la hora de
do, un modelo o marco de referencia
poner en práctica el plan de evangeli-
desde donde veamos e interpretamos
zación. El objetivo operativo lo defini-
la práctica evangelizadora y desde
mos de la siguiente manera:
donde se planteen los problemas y
proyectos; un rostro concreto, un estilo
Los miembros de la Arquidiócesis de
propio que identifique a la comunidad
Bogotá, sal de la tierra y luz del mundo,
eclesial y sus tareas evangelizadoras y
mediante el diálogo con las culturas ur-
le permita entrar en diálogo con el con-
banas y el discernimiento de la presen-
texto histórico particular que estamos
cia salvadora de Dios en medio de las
nuevas circunstancias que vive nuestra
sociedad, impulsan procesos renovados
Un paradigma de evangelización
de evangelización para vivir más inten-
que, inspirado en la persona misma
samente su adhesión a la persona de
de Jesucristo y en docilidad al Espíritu
Jesucristo, y, como discípulos misioneros,
Santo, y reconociendo nuestros valores
participar en su propia edificación como
y esfuerzos actuales, nos señale una
Pueblo de Dios, llevar el Evangelio a to-
nueva manera de hacernos presentes y
dos los ambientes de la sociedad y ser,
de anunciar el Evangelio en un contex-
por su compromiso en la realización del
to que va dando paso a una sociedad
proyecto de Dios para esta región capi-
democrática, moderna y posmoderna,
Arquidiócesis de Bogotá 25
que toma distancia de los referentes
vas circunstancias sociales que hoy
sociales propuestos por la religión ca-
tenemos en la región capital; que nos
tólica y asume otras mentalidades para
ayude a hacernos presentes en esos
su configuración; contexto donde la
nuevos contextos y escenarios, que
uniformidad ha dado paso al pluralis-
en un primer momento se presentan
mo de mentalidades, donde las des-
como adversos, pero a los cuales tam-
igualdades sociales reclaman de los
bién hemos sido enviados por el Señor,
creyentes un compromiso más real superando nuestros propios temores
con los crecientes dramas humanos; y
y perplejidades. Un nuevo paradigma
que por tanto nos permita establecer
de evangelización que nos permita ha-
el enlace adecuado entre la misión de
cer vida lo que nos enseña nuestra fe:
la Iglesia Universal y los desafíos que
la novedad permanente del Evangelio
nuestro contexto histórico y cultural
y su capacidad para entrar en diálogo
específico nos plantea.
con todos los contextos y culturas hu-
manas, la capacidad de la gracia del
Vemos la necesidad de un nuevo Resucitado para recrear a su Iglesia en
paradigma de evangelización que cada época y otorgarle los dones que
nos ayude a cultivar la fe arraigada en
necesita para llevar acabo la misión
muchos de los miembros del pueblo
que le ha encomendado.
de Dios, pero para vivirla en las nue-
Presentación gráfica
del nuevo paradigma de
evangelización del Plan E
26 Plan de Evangelización.
el corazón de todo
que ha recibido del Señor: la martyría
paradigma de
(testimonio y proclamación), la leitur-
gía (celebración), la diakonía (servicio)
y la koininía (comunión), generando
un proceso de conversión integral ha-
36. «Porque, si evangelizo, no es para
cia Cristo y de transformación de toda
mí motivo de gloria, sino que se me im-
pone como una necesidad. ¡Ay de mí, si
no evangelizara!» (1 Cor 9, 16). Estas pa-
Este dinamismo rico y complejo de la
labras del Apóstol San Pablo expresan
evangelización es posible por la obra
la identidad más profunda de la Iglesia,
del Espíritu Santo, quien es su princi-
en cualquier tiempo y lugar: ella existe
pal protagonista; pero también por la
para evangelizar17. Al hablar de un nue-
participación de toda la comunidad
vo "paradigma de evangelización" ne-
eclesial que, como Pueblo de Dios, es
cesariamente nos remitimos en primer
sujeto de dicha acción; por el compro-
lugar a ese núcleo común, a eso que no
miso de todos los miembros concre-
cambia y que está a la base de todos
tos de ese Pueblo de Dios, que como
los procesos evangelizadores y que
Cuerpo de Cristo, actúan de manera
es norma y criterio fundante de todo
orgánica y complementaria desde la
proceso de inculturación de la acción
diversidad de sus carismas y ministe-
rios; por la diversidad de servicios que
se despliegan para el cultivo de la vida
Evangelizar, significa para toda la de comunión y participación de todos
Iglesia, en primer lugar una vocación,
los miembros, para el anuncio de la Pa-
un mandato recibido del mismo Je-
labra, la formación de la fe y el diálogo
sucristo durante su ministerio y que
con la cultura; así como para llevar a
se hizo definitivo, luego de la Pascua,
cabo el servicio de la caridad efectiva
el día de su Ascensión (Mt 28,18-20).
en la sociedad actual. Y por supuesto
Evangelizar significa continuar la mi-
involucra todas las estructuras, la orga-
sión que Jesucristo recibió de Dios
nización y la interacción que se da para
Padre, haciéndose presente en el co-
llevar a cabo la comunión y el servicio.
razón del mundo, para servir al Reina-
do de Dios allí presente. Este servicio,
Las Iglesias Particulares al elaborar
que abarca la totalidad de la actividad
sus planes de evangelización discier-
eclesial, tiene, como lo ha comprendi-
nen el rostro concreto que debe asu-
do más claramente la Iglesia en los últi-
mir la tarea evangelizadora en su con-
mos años, un solo programa: que Cris-
texto, para garantizar que «el anuncio
to sea encontrado, conocido, amado
de Cristo llegue a las personas, modele
y seguido, para vivir en Él relaciones
las comunidades e incida profundamen-
de comunión y, desde Él, transfor-
te mediante el testimonio de los valores
mar la historia hasta la venida de
evangélicos en la sociedad y en la cultu-
la Jerusalén Celestial.18 Para ello, ac-
ra.» NMI 29 (cf. AG 6).
tualiza los signos de ese mismo Reino,
Arquidiócesis de Bogotá 27
los dinamismos
b) En el problema focal reconocía-
fundamentales del
mos cómo nuestro modo de ser Iglesia
se caracteriza, frente a un mundo que
está viviendo cambios profundos, por
una pastoral de conservación, sin ím-
37. Al analizar los datos de las consul-
petu misionero, de simple gestión de
tas y particularmente las propuestas
prácticas religiosas, poca participación
que se hicieron sobre el itinerario que
y activismo individualista. En el futuro
podemos recorrer desde la situación
esperamos haber pasado a ser una Igle-
presente hacia el escenario futuro, he-
sia con una fuerte vida de comunión y
mos identificado tres dinamismos que
de participación, que renueva sus pro-
constituyen un nuevo paradigma evan-
cesos de formación y sus estructuras
gelizador para nuestra Arquidiócesis, y
de comunión y de servicio, así como
un conjunto de criterios generales que
una Iglesia que secunda la obra del
se desprenden de estos dinamismos y
Espíritu en medio de la sociedad. Las
deben acompañar todas nuestras ac-
propuestas del itinerario han señalado
junto a la necesidad de salir al encuen-
Los dinamismos identificados son:
tro, la necesidad de hacernos compa-
a) En el problema focal reconocía-
ñeros de camino, de caminar juntos,
mos la debilidad de nuestra relación
de acompañar y secundar la obra del
con Cristo y la dificultad para leer y
Espíritu en cada ser humano, de cuidar
discernir en las circunstancias actuales
todo lo humano que hay en juego en la
los signos de la presencia salvadora de
ciudad y municipios, de acompañar los
Dios y podernos poner a su servicio.
procesos de conversión, de formación,
En el escenario futuro vemos trans-
de construcción de la comunidad. La
formada esta situación por una viva
Iglesia de Bogotá debe ser sacramento
adhesión a Cristo y a su proyecto del
del acompañamiento de Dios a todos
Reino y por una presencia e incidencia
los que habitan en esta región capital,
evangelizadora, dialogante, profética
testimonio y anuncio de su cuidado
y propositiva en medio de las nuevas
misericordioso en medio de las nuevas
circunstancias. Los caminos que se
circunstancias que vivimos.
proponen señalan la necesidad de un
c) En el problema focal reconocíamos
movimiento, un dinamismo de salida
cómo la pastoral de conservación hace
y de encuentro: salir al encuentro de
que sigamos en un camino paralelo a la
Dios, al encuentro de la vida concreta
vida y preocupaciones de la gente, cómo
de las personas; así como Dios ha sa-
nos parecemos a una sal que ha perdido
lido al encuentro de la humanidad y
su sabor o a una lámpara que se encuen-
vive en la ciudad (DA 514), así la Iglesia
tra bajo la mesa y soñamos entonces en
debe salir al encuentro de las nuevas
el futuro con unos discípulos misioneros
circunstancias que vive nuestra socie-
presentes en la vida de la sociedad, como
dad urbana y rural en transición y en
verdadera sal de la tierra y luz del mundo,
las cuales reconocemos la posibilidad
dando testimonio y anunciando a Cristo,
del encuentro con Dios.
mediante su participación, junto con
28 Plan de Evangelización.
otros, en la construcción de una nueva
sencia de Dios en medio de las diversas
sociedad más conforme con el proyecto
y complejas circunstancias de las ciu-
de Dios. Caminar hacia ese futuro nos
dades y sus áreas de influencia21, cómo
exige entonces vivir profundamente esa presencia se convierte en cercanía
nuestra condición como discípulos y mi-
y acompañamiento de acuerdo con el
sioneros siendo fermento del Reinado
proyecto de la Jerusalén Celestial22 y
de Dios en medio de nuestro contexto,
cómo la Iglesia, con sus mediaciones,
asumiendo el compromiso que tenemos
se hace fermento de ese proyecto del
de amar a nuestro prójimo viviendo una
Reino en medio de la ciudad23.
vida de comunión y de servicio, así como
de dar testimonio y anunciar el nombre
No se trata de una secuencia de tres
de Jesucristo como nuestro salvador.
momentos sino de dinámicas com-
plementarias que deben acompañar
38. Si queremos entonces dirigirnos
y dar forma a nuestra manera de ha-
hacia el ideal que nos une y compro-
cernos presentes en el mundo de hoy
mete es necesario trabajar en una y de anunciar a Jesucristo. Dinámicas
evangelización caracterizada por estos
que iremos conociendo y poniendo
tres dinamismos fundamentales: salir
en práctica, enriqueciendo en su com-
al encuentro de Dios que habita en la
prensión, y desde las cuales se inspirará
región capital, hacernos compañeros
nuestra espiritualidad y nuestra creati-
de camino para testimoniar y anunciar
vidad evangelizadoras; que darán un
el Evangelio y ser fermento del Reino
nuevo rumbo a la vida de nuestra Ar-
de Dios por la comunión y el servicio.
Estos dinamismos nos remiten a la
SALIR AL ENCUENTRO
persona misma de Jesucristo, primer
DE DIOS QUE HABITA EN
evangelizador, quien dejó su hogar en
NUESTRA REGIÓN CAPITAL
Nazareth para salir a recorrer todas las
ciudades y aldeas19, reconociendo la
39. El discernimiento realizado duran-
presencia y la obra del Padre20, hacién-
te el proceso de elaboración del Plan
dose cercano y compañero de camino
E encontró en la declaración de Jesús
de muchos, predicando la llegada del
a sus discípulos: "Ustedes son la sal de
Reino de la vida por las calles y en las
la tierra y la luz del mundo" una clave
casas, y con su testimonio de misericor-
fundamental de interpretación de las
dia llevando a que muchos entraran en
llamadas que Dios nos está haciendo
el misterio de ese Reinado de amor del
en este momento de la historia de la
Padre; hasta llegar a la donación total
Arquidiócesis. La Iglesia no existe para
de sí mismo en la Cruz, por nosotros y
sí misma, sino en función del mundo
nuestra salvación.
y de la obra que Dios realiza en él. La
sal, para dar sabor, para cumplir con su
De manera semejante el Documento
misión, no puede quedarse en el sale-
de Aparecida nos ha señalado cómo la
ro; debe salir. Si queremos "salar" debe-
pastoral urbana comienza por ese re-
mos "salir".
conocimiento y encuentro con la pre-
Arquidiócesis de Bogotá 29
No podemos permanecer replegados
sino que nos permitirá encontramos
en nosotros mismos, ni refugiarnos,
con Dios y fortalecer nuestra adhesión
como se dice coloquialmente, en las
a Jesucristo, en la medida en que esta
sacristías, en nuestros grupos, equi-
lectura creyente y la consecuente ac-
pos, comunidades, ni siquiera sólo en
titud de simpatía que genera respecto
nuestros carismas o movimientos. Es
de todo lo humano, nos ayudan a des-
necesario salir para leer con ojos de fe
cubrir con mayor claridad cómo sólo
la presencia de Dios que acontece en
en el misterio de Cristo, se esclarece
nuestra sociedad, y habitar desde esta
el misterio del hombre con todas sus
perspectiva el complejo entramado de
búsquedas y riquezas, así como con
relaciones, ritmos y acontecimientos
sus dramas y contradicciones.
que constituye la vida de la ciudad y de
los municipios. Ahora bien, esta lectu-
41. Salir supone dejar, desinstalarse,
ra creyente implica entrar en diálogo
ponerse en movimiento hacia afuera,
con las diferentes visiones interpreta-
cambiar de mentalidad, aprender a mi-
tivas de lo humano y de lo social que
rar con los ojos de la fe, ponernos a la in-
temperie, para acercarnos a la realidad
de la ciudad o del municipio y recono-
40. Hay una certeza que preside y
cer la presencia y la obra que el Señor
orienta esta dinámica: Dios está pre-
está realizando más allá de las media-
sente en la vida de la ciudad24. Si bien
ciones específicamente eclesiales.
es cierto que la Iglesia se entiende
como la morada de Dios por el Espíri-
Se trata, entonces, de asumir una ver-
tu, la teología y el magisterio recientes
dadera actitud misionera, que posibili-
han puesto de manifiesto que la acción
te el re-encuentro con el Señor en las
del Espíritu de Dios no está circunscrita
personas y en las búsquedas humanas
a las fronteras visibles de la Iglesia. La
y en las construcciones sociales, dejan-
gracia del misterio pascual alcanza por
do que la realidad, la vida concreta de
caminos que sólo Dios conoce a toda
la región capital nos hable de Dios, nos
la creación y a toda la humanidad. Es
lleve al encuentro con Dios y nos ayude
necesario superar concepciones nega-
a resignificar, a reconfigurar, a revalorar
tivas del mundo, que no dejan de ser
y a renovar nuestra opción de fe. La
reeditadas y divulgadas. La identidad
Iglesia, como lo ha señalado el papa
católica por oposición a las mentalida-
Francisco, está llamada a salir de sí mis-
des sectarias se define precisamente
ma e ir hacia las periferias, no solo las
por la capacidad de reconocer la pre-
geográficas, sino también las periferias
sencia y la acción de Dios en todo lo
existenciales: las del misterio del peca-
humano, por el rechazo de todo dualis-
do, las del dolor, las de la injusticia, las
de la ignorancia, las del pensamiento y
las que prescinden de lo religioso, las
Si ello es así, "salir" nos brindará la
de toda miseria, pues cuando la Iglesia
ocasión no sólo de relacionarnos y de
no sale de sí misma para evangelizar
interactuar con diversidad de perso-
termina mirándose a sí misma y enton-
nas, de mentalidades y de culturas,
ces se enferma25.
30 Plan de Evangelización.
42. La convicción de la presencia de
podemos, para facilitar la "apertura de
Dios en la vida de la región capital nos
caminos" ceder a la tentación de una
planeta diversos desafíos: la lectura de
cierta mimetización o debilitamiento
los signos de los tiempos, la identifica-
de nuestra identidad cristiana. No se
ción o constitución de nuevos espa-
le "ayuda" al mundo, decía Paulo VI en
cios para alabar a Dios, para anunciarlo
su testamento (1978), "adoptando sus
de manera significativa y relevante en
criterios, su estilo y sus gustos, sino pro-
las "territorialidades"26 alternativas que
curando conocerlo, amándolo y sirvién-
nos ofrece la cultura urbana, presente
tanto en el campo como en la ciudad.
HACERNOS COMPAÑEROS DE
Esta dinámica evangelizadora supo-
CAMINO PARA TESTIMONIAR
ne una manera particular de mirar la
Y ANUNCIAR EL EVANGELIO
realidad. Una mirada de fe, que nos
lleva a salir cada día, y siempre más, al
44. Junto a la experiencia de salir al en-
encuentro del prójimo que habita en la
cuentro de Dios que habita en la región
ciudad, para hacernos cercanos; para
capital y que se hace cercano a todo lo
descubrir en él la presencia de Jesucris-
humano para liberarlo, redimirlo, y ele-
to encarnado y para amarlo y servirlo.
varlo, nos reconocemos también noso-
tros como pueblo de Dios llamados a
Esta mirada de fe genera una mane-
hacernos compañeros de camino de
ra de habitar el mundo caracterizada
todos los ciudadanos, a ser profunda-
por la empatía, por la esperanza, por la
mente solidarios con todas las causas
capacidad de establecer sinergias con
humanas que día a día se viven en esta
diversos actores sociales y, al mismo
ciudad y en los municipios29. Como nos
tiempo, por una agudeza crítica frente
lo ha recordado Juan Pablo II, el ser hu-
a todo lo que en lugar de promover la
mano concreto, en todos sus ámbitos
dignidad humana, la rebaja o destru-
vitales es el camino fundamental que
la Iglesia de Bogotá debe recorrer, por
cuanto es el camino que Cristo siguió
43. La realización de esta dinámica
con el misterio de su encarnación30.
"exodal" (de salida) de los discípulos
Reconocemos la importancia de ha-
misioneros no puede ignorar que pue-
cernos compañeros de camino de los
de encontrarse con resistencias. Hay
hombres y mujeres que viven en nues-
quienes quisieran mantenernos "reple-
tra ciudad y municipios; compañeros
gados" o circunscribir nuestra acción
particularmente de los que sufren, de
a la gestión de lo puramente privado
los que buscan libertad, de los que son
y religioso. Hay quienes desconocen
excluidos, de los que anhelan condi-
el valor de la dimensión religiosa en
ciones más humanas de vida, de las
la experiencia humana y de su papel
familias en sus múltiples dificultades,
en la construcción social. Así mismo,
de los que buscan honestamente vivir
es necesario ser conscientes del equi-
y salir adelante, de los que no encuen-
paje cristiano, pues no vamos despro-
tran caminos y de los que han errado
vistos del Evangelio y de la gracia. No
Arquidiócesis de Bogotá 31
sus caminos. Compañeros de aquellos
47. Hacerse compañero de camino
que buscan nuevas expresiones para
significa reconocer a los otros, acercar-
su vida de fe, de aquellos que buscan
se, hacer camino juntos, implementar
poner en diálogo la fe y la razón, la fe y
una cultura del encuentro y del diálo-
la ciencia, la fe y la vida. Y desde la cer-
go, saber escuchar a otros sin juzgar,
canía y el hacer camino juntos ir tejiendo
respetar el proceso del otro, estar dis-
lazos de comunión con todos.
puesto a aprender del otro, que tam-
bién me evangeliza desde su propio
45. Nos hacemos compañeros de proceso. Acompañar exige la capaci-
camino de todos para discernir y se-
dad de adaptar nuestros lenguajes,
cundar la obra que el Espíritu está rea-
nuestras formas, nuestras mediaciones
lizando, la manera como, de acuerdo
para hacer real nuestra compañía, para
con cada corazón, va transformado la
hacernos cercanos, así como Dios ha
historia de cada uno en una historia
acompañado el camino del Pueblo de
de salvación. Dios, como nos lo enseñó
Israel, el camino de la humanidad, el
Jesús en las parábolas, realiza procesos
camino de la Iglesia. Acompañar per-
con cada uno, con cada comunidad,
sonas desde procesos formativos que
con cada contexto, y la Iglesia está lla-
permitan madurar humanamente y en
mada a ser signo e instrumento de esos
la fe a la medida de Cristo.
procesos de salvación, por su cercanía
y acompañamiento, y por las mediacio-
48. La clave del acompañamiento es
nes que ha recibido, que actualizan, ali-
el cuidado hacia los otros, una verda-
mentan, acrecientan la obra del Señor:
dera ética y pedagogía del cuidado,
el servicio de la Palabra, el servicio de
que nos implica una actitud marcada
la liturgia, el servicio de la comunión y
por dejar de pensar en nosotros para
el servicio de la caridad y de la justicia.
aprender a pensar desde el otro. No
pensar en lo que yo creo que necesita
46. Nos hacemos compañeros de ca-
el otro sino en lo que el otro, desde su
mino para acompañar, cuidar y hacer
realidad necesita, lo que Dios quiere
crecer la vida de comunión y de par-
ticipación, los procesos de conversión
y de formación en la fe; para animar la
SER FERMENTO DEL REINO
participación de todos los discípulos;
DE DIOS EN LA REGIÓN
para dar testimonio y anunciar el nom-
CAPITAL POR LA COMUNIÓN
bre de Jesús como Señor y Salvador. La
superación de una pastoral de conser-
Y EL SERVICIO
vación, de simple gestión de prácticas
49. El horizonte de la acción eclesial
religiosas, asistencialismo y activismo
es el Reino de Dios. Ser fermento del
individualista, vendrá de que todos los
Reino de Dios en nuestra región capi-
bautizados sepamos saber acompañar
tal nos lleva a salir y a hacernos com-
los procesos que el Señor realiza y sa-
pañeros de camino. El Reino de Dios
ber poner a su servicio los carismas y
no es otro que la soberanía del amor
los medios que se han encomendado a
misericordioso de Dios que transforma
la Iglesia y no al contrario.
las personas, las relaciones interper-
32 Plan de Evangelización.
sonales y las estructuras sociales. Por
los intereses particulares para buscar
ello, si queremos ser fermento de ese
el bien común. La vida auténtica de co-
reino, debemos en primer lugar acoger
munión se hace alternativa en medio
el amor de Dios, para comunicarlo me-
de la sociedad y es el don que podemos
diante la vivencia del mismo.
comunicar a la humanidad y de la cual
somos signo e instrumento. Una de las
Como Cristo nos lo ha señalado, es la
mayores contribuciones que la Iglesia
práctica del amor con los hermanos,
puede prestar al desarrollo social es la
con todos, y particularmente con los
creación de la conciencia de la unidad
que sufren, lo que abre a la experien-
humana a partir de la Buena Nueva de
cia o a la consciencia de la presencia de
la filiación divina y de la incorporación
Dios en la vida de una persona, lo que
al cuerpo de Cristo. Esta conciencia se
abre al ser humano para acoger el don
genera no sólo mediante enunciados
de la gracia liberadora de Dios. El amor
teóricos, sino mediante la irradiación
misericodioso de Dios hecho conscien-
que produce la vivencia gozosa de la
te por el testimonio de comunión y
comunión al interior de las comuni-
de servicio, y por el anuncio explícito,
dades cristianas, que se convierte en
fermenta y hace crecer todo lo bueno,
signo profético, en modelo alternativo
todo lo humano, haciéndolo más con-
de vida, en comunidad contraste, que
forme con el proyecto de Dios. El testi-
señala nuevas comprensiones de la
monio del amor misericordioso genera
la credibilidad del mensaje evangélico;
es el lenguaje que todos entienden31,
51. Junto a la vida de comunión está
el fermento que hace crecer el Reinado
el servicio a la persona y a la sociedad;
de Vida y Misericordia de Dios.
es decir, el amor al prójimo que se ac-
tualiza en el compromiso por el cui-
50. El amor se vive de dos maneras
dado de los otros, cercanos y lejanos,
complementarias: por la comunión y
por la solidaridad con el que sufre, con
por el servicio. Para ser fermento del
los pobres, con aquellos que están ex-
Reino en medio de una ciudad y muni-
cluídos en medio de nuestra ciudad y
cipios marcados por el individualismo,
municipios, y que necesitan una ayuda
el consumismo y la exclusión, es nece-
concreta; por la capacidad de promo-
sario trabajar fuertemente por acoger
ver la reconciliación, por la participa-
el don de la comunión Trinitaria y por
ción en la construcción de una socie-
cultivar ese don en una vida de comu-
dad más en consonancia con el Reino
nión con los hermanos en la fe, con to-
de la Vida Plena en Cristo, de una socie-
dos, con la creación, con los que sufren.
dad más justa, respetuosa y promotora
La vida de comunión no crece sola sino
de la dignidad humana, que cuida de
que necesita cultivarse y alimentarse
la creación, de una sociedad cuyos va-
desde una espiritualidad de la comu-
lores y realizaciones sean esbozo y pre-
nión32. La vida de comunión exige la
paración de la Jerusalén celestial.
participación de todos, la articulación
constante, la integración para alcanzar
Particularmente, la llamada a colabo-
los propósitos, así como la renuncia a
rar en la construcción de la sociedad
Arquidiócesis de Bogotá 33
pone de manifiesto la conciencia que
formas como nuestra ciudad y munici-
la Iglesia tiene hoy de ser un actor so-
pios se construyen actualmente.
cial junto a otros; se trata precisamente
de una contribución y no de una deter-
4.5 LOS CRITERIOS DERIVADOS
minación hegemónica del futuro social
a la luz de nuestros criterios y prácticas
53. Asumir y vivir el nuevo paradigma
eclesiales. La colaboración implica ac-
nos exige que toda la acción evangeli-
titud de diálogo, humildad y capacidad
zadora arquidiocesana, en cada una de
para formular en el escenario del deba-
sus áreas e instancias, debe responder a
te social posturas a partir de la razón
los siguientes doce criterios generales:
autónoma, sin apelar de manera "fácil"
a los argumentos de tipo confesional,
a) Primacía de la Palabra de Dios:
como le es propio a una sociedad plu-
Hacer de la Palabra de Dios fuente e
ralista y democrática; colaboración que
inspiración de toda la acción evange-
encuentra en los laicos, acompañados
lizadora de la Iglesia Arquidiocesana, y
por sus pastores, a sus protagonistas
criterio de interpretación de las situa-
ciones y proyectos.
52. El proceso de discernimiento nos
b) Lectura permanente de la reali-
señaló el anhelo generalizado de una
dad, discernimiento e inculturación
identidad que se proyecta, que llega a
urbana: Cultivar una actitud perma-
dar sabor e iluminar la vida de los hom-
nente de lectura crítica, análisis e inter-
bres y mujeres de la ciudad y de los mu-
pretación de la realidad, a la luz de la fe,
nicipios, que se convierte en misión, en
como fuente de la conversión pastoral
testimonio de la Buena Nueva en todos
e instrumento fundamental en el pro-
los rincones de la sociedad y contri-
ceso de inculturación y diversificación
buye como fermento al crecimiento
de nuestra práctica evangelizadora.
del Reino de Vida plena que Cristo ha
Dios habla en nuestra historia y a través
instaurado. Este anhelo lo lograremos
de la historia que vamos viviendo y es
en la medida en que reconozcamos
necesario identificar, a la luz de la Sa-
cómo todo en la Iglesia debe ordenar-
grada Escritura, los signos e indicios de
se al servicio del Reino, cómo todos los
su Palabra salvífica, para ponernos a su
bautizados estamos llamados a ser, por
servicio. Actitud que debe fomentarse
nuestra vida de amor, en la comunión
en todos los niveles de la vida eclesial y
y en el servicio, germen y fermento
apoyarse en los aportes de la investiga-
de ese Reino; lo demás se nos dará
ción científica.
por añadidura33. La mirada de fe lleva
a involucrarse en las construcciones
c) El discipulado misionero: Asumir
culturales y sociales como fermento
la comprensión de la condición bau-
del Reino que se descubre presente en
tismal como "discipulado misionero",
el mundo y como juicio profético que
como proceso personal y comunitario
confronta las situaciones inhumanas,
de conversión a Cristo y de seguimien-
no evangélicas, contrarias al proyecto
to. Condición que se vive desde los
de Dios, y que se hace alternativo a las
distintos carismas y ministerios, y de
34 Plan de Evangelización.
acuerdo con la vocación a la santidad,
sabilidad en la acción evangelizadora,
de la cual la vida consagrada es su tes-
cada uno en su propia índole.
timonio privilegiado.34
f) Pastoral de conjunto: Promover
d) Conversión personal, comunita-
una acción evangelizadora orgánica,
ria y pastoral decididamente misio-
de conjunto, por procesos, con visión
nera: Promover el redescubrimiento de futuro, que dé razón de su dinámi-
del camino de la fe como una autén-
ca, que se autoevalúe y aprenda de su
tica y renovada conversión personal a
propia práctica para mejorar. Articular
Jesucristo, Señor y Salvador de nuestra
la participación en la complejidad de
vida, como una participación en el don
la vida arquidiocesana en una gran red
de la comunión trinitaria y en su pro-
de trabajo evangelizador.
yecto de vida en abundancia para toda
la humanidad. Y promover un cambio
g) La pedagogía de Dios: Asumir la
de mentalidad sobre nuestra práctica
dimensión pedagógica de la evangeli-
evangelizadora para renovarla, tanto
zación, en coherencia con la pedago-
en su comprensión como en las formas
gía de Dios y la pedagogía de Jesús y
para interactuar con las cambiantes
del Reino. Particularmente trabajar por
circunstancias que vive nuestra región
asumir en la evangelización la pedago-
capital y nuestro país, en actitud misio-
gía expresada en los relatos de Emaús y
nera. Conversión pastoral inspirada en
del Buen Samaritano, la pedagogía de
el nuevo paradigma de evangelización
la pregunta, del diálogo, del cuidado.
señalado en este plan.
h) La dinámica comunicativa de la
e) Vida y espiritualidad de la comu-
evangelización: Asumir con prioridad
nión: Cultivar, cuidar, promover una
la dimensión comunicativa que tiene
auténtica vida de comunión y frater-
la evangelización, y su proyección en
nidad por la acogida del don de la co-
el escenario de los medios de comu-
munión trinitaria, por la actitud de hos-
nicación social, matriz cultural, lugar
pitalidad, encuentro, diálogo, cuidado,
fundamental en la construcción de la
para con todos, que sea alternativa a
realidad social en la que vivimos. Desa-
la tendencia de relaciones masifican-
rrollar un uso crítico y una mentalidad
tes, instrumentalizadoras y anónimas
más integral para el aprovechamiento
del tiempo presente. Así como por
de los medios y para su uso en la evan-
el cultivo de la madurez humana, de
gelización, así como tener presente la
una comunicación dentro de los crite-
pedagogía que les es propia.
rios evangélicos y de un ejercicio de
i) Dimensión social del evangelio y
la autoridad y toda responsabilidad
de la evangelización: Promover la di-
como servicio. Y por lo mismo, reco-
mensión social del Evangelio y de toda
nocer, promover, acompañar todos la evangelización, particularmente
los carismas, servicios y ministerios de
desde la iniciación cristiana promover
los miembros del pueblo de Dios y ga-
el compromiso por la justicia, la recon-
rantizar nuevos y amplios espacios de
ciliación, la solidaridad, el cuidado de la
participación para ejercer la correspon-
Arquidiócesis de Bogotá 35
creación y la misericordia en la región
las estructuras, es decir, los organis-
capital. Que la fe se opere en una cari-
mos, su funcionamiento y su interac-
dad efectiva y se apoye en una organi-
ción, en todos los espacios de la vida
zada red de procesos de pastoral social,
eclesial, para que estén al servicio de
protagonizada por los laicos.
la evangelización, sean más flexibles y
funcionales, y a partir de una constan-
j) Opción preferencial por los pobres:
te revisión puedan actualizarse y res-
Reconocer que el lugar clave de nuestra
ponder a las circunstancias de cambio
Iglesia, como Cristo lo señala, está allí
que vive la región capital, así como a
donde acontece el sufrimiento humano.
la diversidad que nos caracteriza. Co-
«Todo lo que tenga que ver con Cristo,
munión, participación, subsidiariedad
tiene que ver con los pobres y todo lo re-
y servicio deben guiar la lógica de su
lacionado con los pobres reclama a Jesu-
funcionamiento. De igual manera la
cristo (Mt 25,40)» (DA 392). El mundo de
comunicación cristiana de bienes debe
los que sufren, de las distintas pobrezas
ser criterio en la administración de los
que genera nuestra sociedad, no debe
sernos indiferente; su existencia inter-
pela la comunión de la Iglesia, toda la
4.6 EL ITINERARIO PARA
acción evangelizadora y la vida de cada
uno de los miembros, y debe generar
criterios, actitudes, acciones concretas
54. Caminar desde nuestra situación
consecuentes con el compromiso del
presente hacia el escenario futuro que
Evangelio para con sus destinatarios anhelamos, nos exige en primer lugar
privilegiados35. Como lo ha señalado el
trabajar juntos en un proceso de cam-
Papa Francisco, se trata de buscar una
bio de paradigma de evangelización,
Iglesia pobre para los pobres36.
de cambio de mentalidad, de conver-
sión pastoral, que nos permita girar
k) Evangelización de las nuevas "te-
el timón y dar un nuevo rumbo y un
rritorialidades": Promover una evan-
nuevo ritmo a nuestro caminar como
gelización en los nuevos "territorios" y
Iglesia Arquidiocesana. Reconocemos
"escenarios" que se forman en la ciu-
y valoramos los 450 años de existencia
dad, que van más allá de las dinámicas
de nuestra Iglesia, que nos hacen he-
geográficas y se conforman por proce-
rederos de un patrimonio de sabiduría
sos sociales y culturales, que es nece-
evangelizadora que debemos aprove-
sario reconocer para saber evangelizar.
char, pero también reconocemos que
Todos los espacios de la comunión
estar a la altura del tiempo que vivimos
están llamados a interactuar con estas
nos exige un cambio de mentalidad,
nuevas "territorialidades", que nos exi-
que nos permita vivir la experiencia
gen nuevas presencias, métodos, len-
de la renovación y de la creatividad
guajes, organismos y evangelizadores.
que nos pide la nueva evangelización.
Vislumbramos entonces los próximos
l) Implementación de nuevas es-
años como una oportunidad para tra-
tructuras de comunión y servicio:
bajar en ese cambio de mentalidad
Promover la renovación constante de
que nos permita sentar las bases para
36 Plan de Evangelización.
alcanzar con el tiempo un nuevo estilo
tivos que nos señalan el camino, nos
de presencia y de acción evangelizado-
proponemos entonces comenzar por
ra que nos conduzca hacia ese futuro
un itinerario de nueve años (diciembre
discernido, más conforme con la volun-
de 2013 a diciembre de 2022), que lla-
tad del Señor y con los cambios que la
maremos: "DE LA PASTORAL DE CON-
SERVACIÓN A LA EVANGELIZACIÓN
MISIONERA" y se desarrollará en tres
55. Poniendo la mirada en el ideal que
nos une y compromete y en los obje-
Arquidiócesis de Bogotá 37
de la pastoral de ConserVaCiÓn a la
Diciembre de 2013 a diciembre de 2022
Objetivo: Promover en todos los miembros del pueblo de Dios, de la Arquidió-
cesis de Bogotá, un proceso de conversión personal y pastoral, decididamente
misionera, por la apropiación y cultivo de la condición misionera inherente a todo
bautizado y del nuevo paradigma de evangelización discernido y asumido por el
Plan de Evangelización, de tal manera que se renueven tanto la vida de comunión
y participación, como los procesos de evangelización, de acuerdo con lo señalado
por el paradigma.
primera etapa
segunda etapa
tercera etapa
dic 2013-dic 2016
dic 2016 – dic 2019
dic 2019 – dic 2022
Meta: Los miembros Meta: Los miembros
Meta: Los miembros
del Pueblo de Dios, y del Pueblo de Dios han del Pueblo de Dios, inte-
especialmente los ani-
renovado su dimensión grados en nuevos espa-
madores de los proce-
misionera, se ha consoli-
cios comunitarios y en
sos de evangelización, dado una nueva organi-
los diversos escenarios
se han sensibilizado con zación de la comunión y
de la sociedad plural, vi-
el nuevo paradigma de la participación arquidio-
ven la comunión y par-
evangelización asumido, cesanas, y se ha profundi-
ticipación, con una clara
comenzando un proce-
zado y asumido el nuevo
conciencia diocesana, y
so pedagógico de revi-
paradigma, en todos los ejercen su compromiso
sión crítica de la prácti-
espacios de la vida ecle-
evangelizador de mane-
ca evangelizadora y de sial, dando lugar a un ra inculturada y con espí-
cambio de mentalidad proceso de creatividad ritu misionero, logrando
sobre la forma de vivir la en la evangelización.
generar una nueva pre-
condición bautismal, la
sencia de la Iglesia en la
comunión y la misión.
región capital.
56. El proceso de PLANIFICACIÓN que
canismos de evaluación para cada área
se hará para cada una de las etapas nos
de la evangelización; así como el pro-
irá señalando los planes concretos, los
ceso de PROGRAMACIÓN de cada año
criterios específicos, las metodologías,
establecerá las metas a corto plazo, las
los recursos, los responsables, los me-
acciones específicas que vamos a ha-
38 Plan de Evangelización.
cer, los responsables, los medios y los
vida, desde los dones y carismas que
cronogramas inmediatos. Tanto la pla-
ha recibido.
nificación como la programación nos
darán los criterios de acompañamiento
58. El Arzobispo, unido al Papa,
y de evaluación del proceso.
como sucesor de los Apóstoles, es el
vínculo visible de comunión y de uni-
De mayo a noviembre del presente
dad de nuestra Iglesia Particular, el Pas-
año se realizará entonces el proceso de
tor que guía, coordina y anima toda la
planificación de la primera etapa y de
realización del Plan de Evangelización;
la programación del primer año, de tal
esta tarea la realiza en corresponsabili-
manera que demos inicio al itinerario
dad con sus colaboradores, el colegio
de nuestro Plan con el comienzo del
de los presbíteros y de los diáconos
año litúrgico, el 1 de diciembre del pre-
59. Los discípulos misioneros laicos
Mientras tanto estaremos en toda la
son responsables de la realización del
Arquidiócesis conociendo y reflexio-
Plan de Evangelización, tanto por su
nando sobre el nuevo paradigma de
compromiso en la edificación de la co-
la evangelización y orando para que se
munión eclesial, como por el ejercicio
convierta en el motor de nuestra con-
de su condición misionera en medio
versión pastoral.
de las actividades propias del mundo.
Y las familias, como primera escuela
Durante la tercera etapa del itine-
de vida cristiana, tienen una particular
rario será necesario la realización de
responsabilidad en este proceso de co-
una evaluación global y de un discer-
nocimiento y realización del Plan.
nimiento para fijar un nuevo itinerario
que siga conduciendo a la Arquidióce-
60. Los miembros de las órdenes y
sis hacia el ideal asumido, con la rique-
congregaciones religiosas, de los ins-
za del camino recorrido y los aprendi-
titutos seculares y de las sociedades
zajes realizados.
de vida apostólica, en cuanto se en-
cuentran presentes en la Arquidiócesis
4.7 LOS PROTAGONISTAS
de Bogotá y son miembros activos de
esta Iglesia Particular, son responsables
de la realización del Plan de Evangeliza-
57. La realización del Plan de Evange-
ción, por la búsqueda de integración y
lización es responsabilidad de todos
sintonía entre sus propios proyectos y
los miembros de la Arquidiócesis de
los procesos que el Plan Arquidiocesano
Bogotá37; y deben llevar a cabo esta
vocación actuando como un organis-
mo vivo, como un verdadero pueblo de
61. Para garantizar la organicidad,
Dios; desde la participación orgánica
participación y acción de conjunto de
de todos como discípulos misioneros,
la Arquidiócesis están las estructuras y
en conjunto y de manera individual,
cada uno desde su propio estado de
Arquidiócesis de Bogotá 39
Las estructuras pastorales que dan
forma, organización y unidad a la Ar-
quidiócesis, y están al servicio de la rea-
a) El Consejo Episcopal
lización y acompañamiento del Plan de
b) La Comisión Arquidiocesana de
Evangelización son:
a) La Vicaría Episcopal de Evangeliza-
c) El Consejo Presbiteral
ción, y las Coordinaciones Arquidioce-
d) El Consejo Arquidiocesano de Laicos
b) La Vicaría Episcopal para la Vida Con-
e) Los Equipos Zonales de Evangeliza-
sagrada, los Movimientos y Asociacio-
f) Los Equipos Arciprestales de Evange-
c) La Vicaría Episcopal de Administra-
ción y la Curia Arquidiocesana
g) Los Equipos Parroquiales de Anima-
ción de la Evangelización
d) Las Zonas Pastorales Episcopales
h) Los Consejos Parroquiales de Asun-
e) Los Arciprestazgos
f) Las Parroquias
Tal como se ha expresado en los crite-
rios generales, así como en el itinerario
62. Los organismos pastorales ase-
que vamos a recorrer, las estructuras y
guran la participación y corresponsa-
organismos pastorales serán revisados,
bilidad de los miembros del pueblo de
renovados o transformados, a la luz del
Dios, en la realización del Plan de Evan-
nuevo paradigma de evangelización;
gelización; unos por el discernimiento
de tal manera que su forma y funcio-
y proyección, y otros por la coordina-
namiento actual no necesariamente
ción y operativización. Dichos organis-
serán los permanentes.
40 Plan de Evangelización.
5. EN EL UMBRAL DE LA ESPERANZA Y LA ALEGRÍA
63. Al presentar el nuevo Plan de Evangelización nos recono-
cemos a punto de cruzar un umbral, una puerta, una etapa del
camino. Queremos cruzar al otro lado haciendo memoria agra-
decida de lo que hemos vivido y aprendido, de las gracias recibi-
das, de tantos esfuerzos y vidas entregadas; pero sabemos que
es necesario dejar muchas cosas, cambiar, abrir la mente y el co-
razón a nuevos descubrimientos más allá de los límites a los que
nos acostumbramos. Queremos pasar el umbral, con una mirada
de futuro cargada de la esperanza y la alegría que brotan del en-
cuentro con Cristo y de su seguimiento.
64. Queremos mirar con ojos de fe hacia nuestro futuro, con el
corazón lleno de alegría, sin el escepticismo, los temores y triste-
zas que se difunden en el tiempo presente.
Decía el Papa Benedicto: «La fe no es solamente un tender de la
persona hacia lo que ha de venir, y que está todavía totalmente au-
sente; la fe nos da algo. Nos da ya ahora algo de la realidad espera-
da, y esta realidad presente constituye para nosotros una «prueba»
de lo que aún no se ve. Ésta atrae al futuro dentro del presente, de
modo que el futuro ya no es el puro «todavía-no». El hecho de que
este futuro exista cambia el presente; el presente está marcado por
la realidad futura, y así las realidades futuras repercuten en las pre-
sentes y las presentes en las futuras.»38
todos los días,
El nuevo Plan de Evangelización se inserta en este dinamismo
de la esperanza cristiana39, que nos lleva a reconocer cómo el
ideal futuro anhelado, que hemos discernido como la voluntad
de Dios para nuestra Arquidiócesis, y que se constituye como una
promesa de Dios, de alguna manera, no siempre evidente a los
ojos, ya está dándose en nuestro presente, y por lo mismo se con-
vierte en una esperanza fiable, gracias a la cual podemos afrontar
nuestro presente, seguros de que la meta que nos espera justifica
los esfuerzos y sacrificios del camino.40
Arquidiócesis de Bogotá 41
La esperanza nos lleva entonces, por
funda experiencia de Dios.» (Benedicto
un lado a la contemplación de Dios
XVI, Mensaje, mayo 24 de 2012)
en el mundo, en medio de sus luces y
sombras, pero, por otro lado nos lanza,
66. Además reconocemos que la
desde nuestra condición limitada, al
puesta en marcha del nuevo Plan de
compromiso creativo con el futuro an-
Evangelización, es un acontecimiento
helado, al trabajo abnegado, a la con-
que renueva y actualiza nuestra ale-
versión, a la profecía, a la resistencia,
gría, puesto que el sentido profundo
al riesgo, al acompañamiento, hasta
de un Plan de Evangelización es ser
encontrar los caminos necesarios que
un instrumento al servicio del impulso
contribuyan a la realización de los pla-
de comunicar a otros y dar testimonio
personal y comunitario de la alegría
del encuentro con Cristo, que ha trans-
65. El fundamento de esta esperanza
formado nuestras vidas. La puesta en
está en el amor incondicional de Cristo
marcha del Plan debe ser ocasión de
y en su promesa de permanecer siem-
reavivar nuestra alegría y de hacernos
pre con nosotros, todos los días, hasta
auténticos discípulos misioneros, que
el fin del mundo, y se hace nuestra por
comunican a otros el gozo y la alegría
el gozo del encuentro personal con
que han recibido en el encuentro per-
Cristo que nos lleva a ser sus discípulos,
sonal con el Señor Jesucristo.
a vivir en comunión y a dar testimonio
y anunciar a otros la alegría de este en-
El Papa Benedicto decía en el Mensa-
cuentro salvífico41.
je a los Jóvenes de 2012, las siguientes
palabras que hacemos enteramente
De ahí que entendemos la puesta en
marcha del Plan de Evangelización, de
su paradigma, de sus criterios e itine-
«Id a contar a los demás jóvenes vues-
rario, como un acontecimiento de es-
tra alegría de haber encontrado aquel
peranza, que se funda en la relación
tesoro precioso que es Jesús mismo.
personal que cada uno de nosotros
No podemos conservar para nosotros
tenemos con Jesucristo y que está lla-
la alegría de la fe; para que ésta pueda
mada a renovarse; como bien los ex-
permanecer en nosotros, tenemos que
presó el Papa: «En un tiempo en el que
transmitirla (…) A veces se presenta una
Dios se ha vuelto para muchos el gran
imagen del Cristianismo como una pro-
desconocido y Jesús solamente un gran
puesta de vida que oprime nuestra liber-
personaje del pasado, no habrá relanza-
tad, que va contra nuestro deseo de feli-
miento de la acción misionera sin la re-
cidad y alegría. Pero esto no corresponde
novación de la calidad de nuestra fe y de
a la verdad. Los cristianos son hombres y
nuestra oración; no seremos capaces de
mujeres verdaderamente felices, porque
dar respuestas adecuadas sin una nueva
saben que nunca están solos, sino que
acogida del don de la gracia; no sabre-
siempre están sostenidos por las manos
mos conquistar a los hombres para el
de Dios. Sobre todo vosotros, jóvenes dis-
Evangelio a no ser que nosotros mismos
cípulos de Cristo, tenéis la tarea de mos-
seamos los primeros en volver a una pro-
trar al mundo que la fe trae una felicidad
42 Plan de Evangelización.
y alegría verdadera, plena y duradera. Y
67. Vivamos entonces este tiempo
si el modo de vivir de los cristianos parece
de gracia que el Señor nos concede,
a veces cansado y aburrido, entonces sed
guiados por el fruto del discernimien-
vosotros los primeros en dar testimonio
to realizado y plasmado en el plan de
del rostro alegre y feliz de la fe. El Evange-
Evangelización; haciendo de él un
lio es la «buena noticia» de que Dios nos
acontecimiento de profunda esperan-
ama y que cada uno de nosotros es im-
za y alegría. Que el renovado encuen-
portante para Él. Mostrad al mundo que
tro personal y comunitario con Cristo
esto de verdad es así. Por lo tanto, sed
nos ayude a hacer del ideal futuro la
misioneros entusiasmados de la nueva
fuerza que nos una y comprometa,
evangelización. Llevad a los que sufren,
nos ayude a hacer del nuevo paradig-
a los que están buscando, la alegría que
ma de evangelización el estilo propio
Jesús quiere regalar. Llevadla a vuestras
de vida que nos acerca hacia el ideal,
familias, a vuestras escuelas y universi-
y nos ayude a recorrer juntos el itinera-
dades, a vuestros lugares de trabajo y a
rio propuesto para dejar de hacer una
vuestros grupos de amigos, allí donde
pastoral de conservación y asumir una
vivís. Veréis que es contagiosa. Y recibi-
acción evangelizadora decididamente
réis el ciento por uno: la alegría de la sal-
misionera en medio de nuestras cir-
vación para vosotros mismos, la alegría
cunstancias actuales.
de ver la Misericordia de Dios que obra
en los corazones. En el día de vuestro en-
cuentro definitivo con el Señor, Él podrá
Duc in altum
deciros: «¡Siervo bueno y fiel, entra en el
gozo de tu señor!» (Mt 25,21).»
Arquidiócesis de Bogotá 43
una comunidad de discípulos misioneros, en
permanente actitud de conversión, en medio
de la ciudad-región de Bogotá y su cultura.»
1. Cuando usamos el término "región capital"
Itinerario para la construcción del nuevo Plan
lo hacemos teniendo presente los siguientes
de Evangelización (marzo 15 de 2011).
aspectos: a) una metrópolis como Bogotá, y
más cuando es la capital, no se define ya por
3. Cf. Cardenal Rubén Salazar Gómez, Carta
sí misma sino en relación con el área de mu-
Pastoral con ocasión de la celebración del
tua influencia que se crea con los municipios
jubileo de los 450 años de la Arquidiócesis,
que le son cercanos y con los cuales conforma
Bogotá 2012.
una verdadera "región". La Calera, Choachí,
4. Cf. Arquidiócesis de Bogotá – Vicaría de
Fómeque, Ubaque, Chipaque, Une, Cáque-
Evangelización, Plan de Evangelización, Do-
za, Fosca, Quetame, Gutiérrez y Guayabetal,
cumento No. 4: Sal de la tierra y luz del mun-
aunque no son los únicos, sí forman parte de
do. Ideal Teológico Pastoral, Bogotá 2013,
esta región capital que es Bogotá, y particular-
mente los tenemos en cuenta al hacer referen-
cia no solo a la ciudad sino a la región capital.
b) La Arquidiócesis de Bogotá es una porción
6. Cf. DA 515.
del Pueblo de Dios, pero que se ubica dentro
de unos límites geográficos que correspon-
8. Cf. «En ella (la realidad de Bogotá) descu-
den aproximadamente a la mitad oriental y
brimos cómo Dios, el Señor de la historia, ha
al sur de la ciudad de Bogotá y que incluye a
actuado en el pasado, actúa hoy en nuestro
los once municipios mencionados que están
momento y seguirá actuando para llevar-
al centro y sur oriente del Departamento de
nos, guiados de su mano, hacia la meta que
Cundinamarca. Cuando hablamos de la tarea
Él mismo nos ha revelado en Cristo, Nuestro
evangelizadora de la Arquidiócesis, dada la
Señor, y que vivimos ya en forma anticipa-
dinámica urbana que le es propia, no pode-
da en cada momento de nuestra existencia
mos restringir su acción a los límites geográfi-
personal y comunitaria» Cardenal Rubén
cos de la diócesis sino que su proyección se da
Salazar, Carta Pastoral con ocasión de la ce-
sobre toda la ciudad, que sigue permanecien-
lebración jubilar de los 450 años de la Arqui-
do como una unidad, en medio de su diversi-
diócesis de Bogotá, septiembre 1 de 2012, p. 6.
dad, tal como lo señalan los estudios sociales;
una ciudad además con clara influencia sobre
9. Cf. «La mies es mucha pero los obreros son
toda la sabana, el departamento de Cundina-
pocos» Lc 10, 2; Mt 20.
marca y el país. Esto no quiere decir que des-
10. Cf. «Los gozos y las esperanzas, las triste-
conozcamos la presencia, identidad y acción
zas y las angustias de los hombres de nuestro
propias de las otras tres diócesis urbanas:
tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos
Soacha, Fontibón y Engativá, sino que por el
sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tris-
contrario reconocemos que compartimos "in
tezas y angustias de los discípulos de Cristo.
solidum" la responsabilidad de la evangeliza-
Nada hay verdaderamente humano que no
ción de esta metrópoli y de su área de influen-
encuentre eco en su corazón. La comunidad
cia; igual que con las demás diócesis de la
cristiana está integrada por hombres que, re-
Provincia Eclesiástica: Zipaquirá, Facatativá,
unidos en Cristo, son guiados por el Espíritu
Girardot y el Obispado Castrense.
Santo en su peregrinar hacia el Reino del Pa-
2. «Acogiendo el impulso renovador del Es-
dre y han recibido la Buena Nueva de la salva-
píritu Santo y bajo su guía, el Señor Arzo-
ción para comunicarla a todos. La Iglesia por
bispo, Pastor de esta Iglesia Particular, nos
ello se siente íntima y realmente solidaria del
convoca a discernir y a construir juntos,
género humano y de su historia» GS 1.
desde la realidad urbana que vivimos y a la
11. Cardenal Jorge Mario Bergoglio, Confe-
luz de la Palabra de Dios, un nuevo Plan de
rencia inicial en el Primer Congreso Regio-
Evangelización para nuestra Iglesia Arqui-
nal de Pastoral Urbana: Dios vive en la ciu-
diocesana de Bogotá, llamada a vivir como
dad, Buenos Aires, 2010.
44 Plan de Evangelización.
12. Arquidiócesis de Bogotá – Vicaría de
rialidades" no están dados sólo por referentes
Evangelización, Plan de Evangelización. Do-
físicos, sino sobretodo simbólicos y rituales.
cumento No. 3: Unidos y comprometidos por
Se habla entonces de territorios de jóvenes,
un ideal, Bogotá 2012.
de inseguridad, de rumba, virtuales, etc.
13. Lo "urbano" no se define simplemente
27. Cf. Cardenal Jorge Mario Bergoglio, Con-
como aquello que se contrapone a lo "rural",
ferencia inaugural del Congreso sobre Pas-
pues son dos realidades distintas pero fuerte-
toral Urbana: Dios vive en la ciudad, Buenos
mente interrelacionadas. Hoy lo urbano no se
podría describir sin lo rural, pues los estilos
28. Pablo VI, Testamento, L'Osservatore ro-
de la vida en el campo han emigrado masiva-
mano, edición en lengua español, Año X - N.
mente hacia la ciudad y configuran su rostro,
34, 20 de agosto, 1978.
así como los estilos de la vida en la ciudad han
llegado al campo, con gran impacto, generan-
do una cultura rural en transición o, como lo
llaman algunos, "un nuevo campo". De ahí la
31.La expresión es atribuida a San José Frei-
pertinencia de hablar de "evangelización ur-
nademetz, 1852-1908, italiano, evangelizador
bana" en la Arquidiócesis de Bogotá, sea en su
en la China. Canonizado en 2003 por el Papa
área rural (once municipios al centro y suro-
Juan Pablo II.
riente del Departamento de Cundinamarca) o
en su presencia en el oriente y sur de la ciudad
14. Cf. Arquidiócesis de Bogotá – Vicaría de
34. Discipulado misionero como lo presenta y
evangelización, Sal de la tierra y luz del mun-
desarrolla el Documento de Aparecida.
do. Ideal Teológico Pastoral. Documento No.
4, Bogotá 2013, cap. II. Principios evangéli-
36. Papa Francisco, Discurso a los Represen-
tantes de los medios de comunicación, marzo
39. Cf. Arquidiócesis de Bogotá – Vicaría
19. Cf. Mt 9,35-36
de Evangelización, Nuestro Plan E sigue
en construcción. Documento No. 2, Bogotá
20. Cf. Jn 5,17-20
2012, No. 16-22.
40. Cf. SS 1: «Según la fe cristiana, la "re-
dención", la salvación, no es simplemente un
dato de hecho. Se nos ofrece la salvación en el
24. Cf. DA 514.
sentido de que se nos ha dado la esperanza,
una esperanza fiable, gracias a la cual pode-
25. Cf. Papa Francisco, Audiencia General,
mos afrontar nuestro presente: el presente,
marzo 27 de 2013; Homilía de la Misa Cris-
aunque sea un presente fatigoso, se puede
mal, marzo 28 de 2013.
vivir y aceptar si lleva hacia una meta, si
26. La palabra "territorialidades" se refiere al
podemos estar seguros de esta meta y si esta
proceso como las personas en una sociedad
meta es tan grande que justifique el esfuerzo
se apropian y usan de los lugares y les atribu-
del camino.»
yen significados, que van más allá de su sen-
tido objetivo físico-geográfico, generando un
nuevo sentido más subjetivo del espacio, de
las relaciones e interacciones con otros. Los
límites, las marcas de estas nuevas "territo-
Arquidiócesis de Bogotá 45
entre el presente que se vive y el es-
cenario futuro que se quiere alcanzar,
y que da unidad a la multiplicidad de
Problema focal: es el problema que
procesos que deben desarrollarse. Es
se identificó a la raíz de los múltiples
"operativo" porque da la orientación,
problemas parciales que se expresaron
no sobre la meta final, ya expresada
durante las consultas, y que se recono-
en el ideal futuro, sino sobre el camino
ce como la causa principal de todos los
planteado entre el presente y el futuro,
demás problemas. Superar este pro-
que está bajo nuestra responsabilidad.
blema contribuirá en la transformación
de todos los demás problemas.
Paradigma de la evangelización: es
el modelo o la concepción que se tiene
Ideal que nos une y compromete
sobre lo que debe ser la evangeliza-
(idea-fuerza): es la descripción del es-
ción en un contexto específico y que
cenario futuro que anhelamos alcanzar
se convierte en criterio general para
un día en la Arquidiócesis, que recono-
su desarrollo. En la formulación de un
cemos como la voluntad de Dios para
paradigma intervienen tanto unas op-
nuestra Iglesia Particular, y que se con-
ciones teológicas como unos criterios
vierte en la fuente de inspiración de
de acción que son marco para la toma
nuestras decisiones sobre el presente.
de decisiones. En nuestro caso parti-
Es fruto del discernimiento y proyec-
cular, y como fruto del discernimiento
ción de los factores de cambio iden-
realizado en nuestra Arquidiócesis, se
tificados y analizados en las consultas
ha llegado a la formulación de un nue-
sobre el presente, así como de los an-
vo paradigma de evangelización como
helos de futuro expresados. En medio
respuesta a las nuevas circunstancias
de la gran diversidad que contiene la
que vivimos en nuestra región capital.
vida de la Arquidiócesis se convierte en
el horizonte que hace posible la unidad
Criterios de la evangelización: son
y la articulación de todas las activida-
las directrices, orientaciones o reglas
des y esfuerzos hacia un mismo fin.
que se aplican para discernir y tomar
decisiones sobre los proyectos y accio-
Objetivos globales: son los grandes
nes evangelizadoras y su implementa-
propósitos que queremos alcanzar ción, que se desprenden de los valores
para poder ver realizado el ideal futu-
y opciones teológicas y pastorales que
ro y que se convierten en un camino
se han asumido como marco doctrinal
hacia el mismo; es la situación final, la
en el nuevo paradigma de evangeliza-
transformación radical a la cual se quie-
ción. Al ser acogidas por todos y en to-
re llegar como fruto de todos los proce-
dos los espacios de la vida eclesial y de
sos que se van a implementar a través
la evangelización se asegura la cohe-
del plan. Además expresan los caminos
rencia con los principios asumidos y la
para alcanzar dicha situación anhelada.
unidad de mente y corazón, en medio
de las diversidades.
Objetivo operativo: es la orientación
general que se le quiere dar al camino
46 Plan de Evangelización.
Se han creado varios espacios para mantener la comunicación entre todos, por
eso podemos acudir a los siguientes lugares o teléfonos:
Curia Arquidiocesana, Oficina de la Vicaría de Evangelización: Carrera 7 No. 10-20, tel: 3505511
Páginas de internet:
www.arquibogota.org.co
Direcciones de correos electrónicos:
Arquidiócesis de Bogotá 47
el sÍMbolo del plan de eVangelizaCiÓn
La letra E grande a la izquierda identifica la razón que nos convoca y que es cri-
terio de todos nuestros trabajos y esfuerzos: la Evangelización: «Porque evangelizar
no es para mí motivo de gloria: es más bien un deber que me incumbe. Y ay de mí si no
evangelizo» 1Cor 9, 16
La palabra "Plan" dentro de la letra E nos indica que se trata de un Plan de Evan-
gelización, es decir, un plan para dar orden y coherencia al conjunto de todas las
acciones de la Iglesia, en cumplimiento del mandato recibido del mismo Señor
Jesucristo: «Vayan, pues y hagan discípulos a todas las naciones bautizándolas en el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que
yo les he mandado.» Mt 28, 19-20.
A la derecha se encuentra una silueta de la Ciudad de Bogotá, caracterizada tanto
por sus cerros tutelares, como por sus edificios y grandes construcciones. En medio
de la ciudad y como parte de ella, se encuentra un Cirio Pascual encendido, que
está irradiando una gran luz, que ilumina toda la ciudad. Es el signo de la presencia
actuante de Cristo Resucitado en la vida de la ciudad y es el signo de la presencia
de la Iglesia, Cuerpo de Cristo, al servicio de esa presencia del Señor: «El Señor dijo
a Pablo durante la noche en una visión: "No tengas miedo, sigue hablando y no calles;
porque yo estoy contigo y nadie te pondrá la mano encima para hacerte mal, pues
tengo yo un pueblo numeroso en esta ciudad.» Hch 18,9-10.
El símbolo en su conjunto nos habla de cómo los miembros de la Arquidiócesis
de Bogotá quieren estar en medio de la ciudad y de los municipios que están en su
jurisdicción, siendo sal de la tierra y luz del mundo; es decir, dando sabor e ilumi-
nando la vida de todos los habitantes, por el testimonio y anuncio explícito de su
experiencia de encuentro y de seguimiento de Jesucristo.
«En un tiempo en el que Dios se
ha vuelto para muchos el gran
desconocido y Jesús solamente un
gran personaje del pasado, no habrá
relanzamiento de la acción misionera
sin la renovación de la calidad de
nuestra fe y de nuestra oración; no
seremos capaces de dar respuestas
adecuadas sin una nueva acogida
del don de la gracia; no sabremos
conquistar a los hombres para el
Evangelio a no ser que nosotros
mismos seamos los primeros en volver
a una profunda experiencia de Dios.»
Benedicto XVI, mayo 24 de 2012
Source: http://minutodedios.fm/images/radio/bogota/prensa/ARQUIDIOCESIS-DE-BOGOTA-PLAN-E-DOCUMENTO-FINAL.pdf
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